«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
sólo superada por grecia

España es el segundo país con mayor inflación alimentaria de Europa

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Europa Press

España sólo ha crecido durante el Gobierno de Pedro Sánchez desde 2017 a 2022 un 4,3% en el PIB real de la economía, cuando la media de la Unión Europea lo ha hecho un 7,3% e Irlanda, que es la economía que mejor se ha comportado, lo ha hecho un 53,3%.

Es decir, el Ejecutivo socialista sólo ha conseguido que la riqueza real de los españoles haya mejorado en esos cinco años en 140 euros, mientras que la media de los europeos ha crecido en 1.710 euros.

Para conseguir este crecimiento ridículo, tanto en el PIB como el PIB per cápita, ha rascado el bolsillo a los españoles en 570.521 millones de euros, lo que supone un incremento del 28,5%. Además, los gastos han aumentado hasta los 634.297 millones, lo que supone una subida de un 32,1%, mientras que la deuda, hasta el 31 de diciembre de 2022, creció un 27,0%.

Tanto es así que, para dar a los españoles un euro de riqueza, quitó de sus bolsillos en impuestos 2,6 euros; tuvo que gastar 3,2 euros y los endeudó en 6,5 euros.

En ese mismo período de tiempo, la media de la UE no es que fuese para hacer una fiesta, ni para tirar cohetes, pero fue mucho mejor que la gestión de Sánchez. Para generar un euro de riqueza para los europeos, les quitó de los bolsillos 1,5 euros (a los españoles 2,6); tuvieron que gastarse 2,0 euros (en España 3,2) y los europeos se endeudaron de media 3,0 euros (nosotros 6,5).

El último dato publicado por Eurostat confirma el dato de la inflación, que ha sido de 2,9% para la Eurozona, en donde España se coloca en la décima posición.

Pero hay algo que preocupa y mucho a todos los españoles que tienen una nómina, que están sufriendo subidas de impuestos y a los que les han subido de media la retención del IRPF un 9,7%, y eso es la cesta de la compra.

La inflación alimentaria durante este período ha sido una de las preocupaciones más destacadas de todos los gobiernos europeos, que están haciendo esfuerzos en controlar el IPC; pero como Pedro Sánchez y su equipo llevan todo el año de elecciones, las medidas tomadas en su momento se han diluido como un azucarillo en agua caliente.

Y esas mejoras que sí han conseguido los países en la Unión Europea de los 27, nos ha llevado a ser el segundo país con más inflación alimentaria, como vamos a ver a continuación:

Tanto los esfuerzos de la Eurozona como los de la UE parece que empiezan a dar resultado pues los dos se han colocado en un 7,5% y 7,6% respectivamente, viniendo de un 9,1% y un 9,4% en el mes de septiembre. Son muy buenas noticias, porque unidos al 2,9% de la zona de influencia del BCE, esto dice que la subida de tipos de interés parece que no sólo ha surtido efecto, sino que está ya llegando a su fin.

Pero España, dado que la única medida al respecto fue bajar el IVA, pero no incluir en esa bajada la carne ni el pescado, se ha vuelto a colocar segunda, pero esta vez de los peores, sólo superados por Grecia con un 10,4% de inflación alimentaria.

Es cierto que hay otros tres países muy cerca de España, Bélgica, Polonia y Eslovaquia, pero también podemos ver que una Alemania que en junio tenía una inflación del 13,8% en este segmento, ha conseguido bajar a 6,7% en sólo cuatro meses, mientras que nosotros hemos pasado de un 10,3% a un 9,4%.

Otro país que no ha parado de tomar medidas que parecía que no surtían efecto, porque todas ellas llevan tiempo en reflejarse en los precios, es Francia, que en junio tenía una inflación alimentaria del 14,3% y se la ha llevado a un 8,0%, y mejora en cuatro meses 6,3 puntos (Alemania 6,1). Nosotros sólo lo hemos hecho 0,9 en ese mismo período.

Por no hablar de Estonia, que ha pasado en cuatro meses del 19,2% al 6,6%, reduciendo 12,6 puntos la inflación, o una Hungría que estaba en un 29,4% y está ahora en un 8,0%, bajando 21,4 puntos.

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