El Retorno del Rey

Dos veces ‘títere’ y una, ‘hombre de paja’: así se describe en nuestras cabeceras a Quim Torra, el sucesor designado por el ex presidente Puigdemont, cada día más monarca en el exilio, para presidir la Generalitat, conocida entre los íntimos como ‘República Sentimental Catalana’.
El País no adjetiva en esta ocasión y, sin embargo, consigue dejar más claro su papel de marioneta que mis otros tres diarios: ‘Puigdemont elige sucesor a Torra, pero le prohíbe usar su despacho’.

El despacho, no hay que decirlo, no es propiedad personal de Puigdemont, y si Torra quisiera sentar sus posaderas sobre la sagrada silla, Carles no tendría modo de impedirlo o castigarlo. Pero que pueda establecer este curioso y humillante veto y que el tal Torra acate dirá volúmenes sobre el imaginario cuasimístico que se ha formado en torno al ‘procés’. La silla hecha al trasero de Puigdemont deviene un objeto simbólico, sacro, un trono vacío que no debe ser hollado por nalgas usurpadoras hasta el Regreso del Rey Legítimo.
Hay muchas risas y no poca estupefacción con las formas hiperbólicas y desusadas que emplean los chicos del lazo amarillo, pero tengo para mí que esa sensación de ridícula cursilería que se aprecia desde fuera es más el efecto de un anacronismo, y que desde dentro de su mundo à la Tolkien todo debe de parecer de lo más coherente.
Pero El País no abre con la sacra unción de don Quim, sino con esto otro: ‘Merkel advierte no puede confiar ya en EEUU’. En realidad la Kaiserin lo advirtió ya hace tiempo, y esto es solo una reposición de lo sabido, aunque de creer lo que leemos en los medios, y muy especialmente en El País, lo mismo le sucede al propio Estados Unidos, que no puede confiar en su Administración usurpadora… Ni en Europa, claro.

La foto corresponde a lo que se supone es el recorrido de un misil en el cielo de Damasco. Israel ha aprovechado la renuncia americana al tratado con Irán para atacar Siria.
Debajo, una nueva confirmación de que los absurdos de la modernidad terminarán devorándose unos a otros en batallas en las que no importa quién pierda, porque la civilización gana: ‘El arte choca con los animalistas en Vilbao’. Naturalmente, aquí los periodistas de Prisa usan ‘arte’ del mismo modo abusivo con el que se refieren a ‘Europa’. Resulta que los animalistas han protestado contra dos ‘instalaciones’ en el Guggenheim, obligando a retirarlas, y aquí mi satisfacción es similar a cuando en la caza de brujas del #MeToo caen los mismos potentados que han alimentado esta suicida cultura del victimismo. No creo, sinceramente, que el ‘arte’ haya perdido absolutamente nada con esa retirada, llámenme filisteo.
A la derecha, un dato interesante: ‘Las denuncias por violación crecen un 28,4% este año’. Alguien medianamente espabilado podría sacar alguna conclusión interesante de aquí. Pero, por supuesto, se extraerá una nueva tontería que refuerce el guión.

Torra, sentado con su lacito amarillo mirando entre arrobado y sonriente a un Puigdemont de espaldas, abre ABC. ‘Puigdemont entrega Cataluña a su hombre de paja’. Por lo visto lo ha hecho desde Berlín, y es una pena; lo suyo, ya que está en Alemani, hubiera sido hacerlo desde la imperial Aquisgrán.
En El Mundo, ‘Puigdemont designa a un títere para continuar con su rebelión’. En la foto, Macron sonríe coqueto a Merkel, a su derecha, ignorando a Su Majestad el Rey Felipe VI, a su izquierda. Le han concedido el Premio Carlomagno por ser un buen europeo.

Abajo, ‘Las víctimas a Rajoy: «Nuestra dignidad no se negocia en los Presupuestos». Y es raro, porque en 9 de cada 10 casos, «dignidad» es una palabra que se emplea cada vez más para pedir dinero en todas las protestas.
La misma foto que abre ABC abre su sucesor, La Razón: ‘Puigdemont unge al «títere» Torra para repetir elecciones’.