En la primera de El País, una joven baja de un autobús en la noche viguesa. La foto se refiere a una medida pionera del Ayuntamiento de Vigo por la que las mujeres, y solo las mujeres, podrán subirse o bajarse de los autobuses nocturnos donde deseen, sin tener que esperar a las paradas establecidas.
Nos recuerda a ese vagón alemán solo para mujeres, y a otras medidas por el estilo, demasiadas para recordarlas todas, que acentúan una segregación por razón de sexo cada vez más clara. No tengo nada contra la medida, es posible que sea útil y conveniente, pero parece compadecerse mal con la supuesta igualdad entre los sexos.
El oscuro secreto de los igualitarios es que nunca han sido tales; lo que buscan es darle la vuelta a la situación previa y privilegiar a los miembros de grupos supuestamente discriminados injustamente. Su nombre correcto es ‘revancha’.
Como es revancha la Ley de Memoria Histórica y sus interminables derivadas. Ahí está la acaldesa de Madrid, en la portada de ABC, bajo el titular: ‘Carmena homenajeará a 335 «chequistas» en un memorial’. Y es que el problema de Franco no fue nunca que matara, sino que mató a la gente que no era. Como siempre, no es qué, sino quién.
Pero volvamos a El País, cuyo primer titular nos cuenta que ‘Ciudadanos reivindica el papel de líder de la oposición’. ¿Ciudadanos? ¿Ese partido que es el cuarto en número de escaños? ¿Por qué? La respuesta está en las encuestas.
¿Por qué no? Lo virtual está fagocitando lo real o, al menos, lo institucional, y si los medios convencionales, supuestamente serios, hablan de que tal partido adelanta en escaños o en votos a este otro, cuando en realidad se refieren a un mero sondeo, ¿para qué necesitamos urnas?
En El Mundo, como noticia menor de primera, leo a propósito de esto que ‘Ciudadanos se lanza a captar concejales descontentos del PP catalán’. También a nivel nacional está de fichajes y traspasos, que la política se parece cada día más al fútbol, donde los jugadores más cotizados pasan de un equipo en baja a otro en alza, de modo que, en teoría, todos los que mandaron podrían volver a mandar, pero con una nueva camiseta.
La primera noticia de El Mundo es ‘Los Pujol, investigados por blanquear dinero con la lotería’. No es culpa de El Mundo, que hace periodismo como se debe y se ha hecho siempre, dando noticias relevantes, pero suena terriblemente aburrido. En una época en la que los guionistas tienen que introducir continuos giros de guión para mantener interesada a la audiencia, es difícil leer eso sin una sensación de tedioso ‘déjà vu’.
Más revancha en las fotos de La Razón, con el triunfal recibimiento a un etarra recién salido de la cárcel. Ellos, nosotros: no hay otra; todo lo demás es retórica hueca.