El periodista experto en el Magreb y el norte de África, Ignacio Cembrero, ha revelado en una entrevista con Mallorcadiario.com que Argelia sólo ha permitido la repatriación de 19 inmigrantes ilegales desde que el Gobierno de Pedro Sánchez optó por respaldar la autonomía del Sáhara Occidental dentro de Marruecos. Esta decisión, hecha pública por la Casa Real marroquí en marzo de 2022, generó un fuerte malestar en Argel, desencadenando una crisis diplomática que llevó al cese casi total del comercio bilateral.
Según Cembrero, la reciente reunión en Madrid entre los ministros del Interior de ambos países refleja un intento de recomponer las relaciones, que comenzaron a deteriorarse a raíz de la carta enviada por Sánchez al monarca marroquí. Desde hace meses, Argelia y España han dado pasos hacia la distensión, como la restitución del embajador argelino en Madrid. Uno de los factores que ha propiciado este acercamiento ha sido la colaboración argelina en el rescate del ciudadano español Joaquín Navarro, secuestrado al sur de Tamanrasset.
Además, el periodista destaca que la creciente tensión entre Argelia y Francia ha influido en la estrategia diplomática del país norteafricano. Con relaciones hostiles con Marruecos y una mala sintonía con la Junta Militar de Mali, Argelia busca diversificar sus alianzas en Europa, donde hasta ahora su vínculo más sólido era con Italia. En este contexto, la reactivación del diálogo con España responde a la necesidad de no aislarse en la escena internacional.
En cuanto a la crisis migratoria, Cembrero cree que es posible que se dé una reducción de las pateras que parten desde la costa argelina con destino a Baleares, Murcia y Almería. Aunque la repatriación de inmigrantes se ha mantenido en niveles muy bajos, considera probable que Argelia incremente los esfuerzos para controlar sus costas y limitar la salida de embarcaciones ilegales. A diferencia de Marruecos y Túnez, el gobierno argelino nunca ha aceptado apoyo material o financiero de la Unión Europea para combatir la inmigración ilegal, prefiriendo gestionar el problema con recursos propios.
Respecto a Marruecos y la cuestión del Sáhara Occidental, Cembrero cree que las relaciones entre Rabat y Madrid se mantendrán estables al menos hasta la celebración del Mundial de Fútbol de 2030, que organizarán conjuntamente España, Portugal y Marruecos. Según el periodista, este evento deportivo actúa como una especie de salvaguarda que garantizará la cooperación entre ambos países en los próximos años, aunque no descarta que puedan surgir diferencias puntuales en el camino.