«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
EL PRESIDENTE DEL GOBIERNO DEFIENDE QUE EN CATALUÑA HAY «NORMALIDAD»

Aumento de la hispanofobia, ataques a S’ha Acabat!… la violencia separatista que desmiente a Sánchez

Concentración de los CDR separatistas. Europa Press

El separatismo se encuentra envalentonado desde que las elecciones generales del 23 de julio. El resultado de las urnas otorgó un papel fundamental a todas las fuerzas secesionistas que sustentaron al Gobierno en la pasada legislatura. Todos eran —son— decisivos, incluido Junts, el partido del prófugo de la Justicia Carles Puigdemont, que exige una ley de amnistía y un referéndum de autodeterminación en Cataluña.

El Ejecutivo presume de haber «normalizado» la situación en Cataluña y apela a eufemismos como «ley de alivio penal» para justificar una amnistía que, a juicio de VOX, sería «un ataque y una agresión al pueblo español». Pero Cataluña no se ha «normalizado». Las agresiones con motivación hispanófoba aumentaron en 2022 un 19,27% respecto al año anterior, según un informe publicado por la asociación Impulso Ciudadano.

Cataluña experimenta un aumento de la hispanofobia que tanto gusta al secesionismo. Casos como el de la profesora que denunció acoso por parte de sus compañeros de trabajo por decir que no iba a hacer huelga el 1 de octubre porque «no era independentista» se suceden con frecuencia en la región. Barcelona es la provincia donde más ataques de este tipo se produjeron. De los 155 incidentes registrados en toda Cataluña, 66 tuvieron lugar en Barcelona capital, 18 en el resto de la provincia y 6 en el área metropolitana de Barcelona.

Acoso a la Guardia Civil y violencia contra S’ha Acabat!

El señalamiento a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado por parte del secesionismo no es nuevo, pero se ha ido acrecentando en los últimos meses, especialmente en fechas señaladas como la Diada o el aniversario del referéndum ilegal del 1-O. El pasado 1 de octubre un nutrido grupo de los miembros de los CDR llegaron al cuartel de la Guardia Civil de Travessera de Gràcia, en Barcelona, y empezaron a gritar «fuera las fuerzas de ocupación» y «pim pam pum que no quede ni uno»… y quemaron varias banderas de España. Durante la Diada se quemaron retratos y muñecos que representaban a la Guardia Civil y a la Policía Nacional, al igual hacen con dirigentes políticos como Santiago Abascal o con el jefe del Estado, el rey Felipe VI.

Otro de los objetivos del separatismo catalán es la asociación patriota juvenil S’ha Acabat!, que en las últimas semanas no ha parado de recibir ataques y agresiones por parte de los cachorros de ERC, Junts y la CUP en las distintas universidades de Cataluña. El líder de ERC, Oriol Junqueras, escribió un tuit justificando la violencia contra los jóvenes en la Universidad Pompeu Fabra (UPF) tras conocerse la pena que pide la Fiscalía para uno de los encausados —perteneciente a las juventudes de ERC— por un escrache el 23 de febrero de 2022. «La Universidad pública es bastión de conocimiento y democracia. También un espacio de movilización y reivindicación. Ejercer derechos civiles como el de manifestación nunca puede ser delito. ¡Todo el apoyo a todos los jóvenes encausados ​​por luchar por los derechos civiles y democráticos!«, manifestó.

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