La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha anunciado este jueves la incorporación del teletrabajo a la organización laboral de los empleados públicos de la Administración regional.
Lo ha adelantado tras mantener una reunión por videoconferencia desde la Real Casa de Correos, sede del Gobierno regional, con varios trabajadores que están desempeñando sus funciones desde sus domicilios por las restricciones a raíz de la declaración del estado de alarma ante el COVID-19.
Díaz Ayuso ha detallado que ya se han iniciado los contactos con los representantes sindicales para perfilar esta nueva figura laboral, con el objetivo de facilitar la conciliación de la vida profesional, personal y familiar; motivar y optimizar el clima laboral; además de incrementar el rendimiento y modernizar la organización del trabajo en la Administración autonómica madrileña.
De esta manera, se estudiará en cada caso que esta modalidad de trabajo sea compatible con las necesidades del servicio, y estará sometida a un seguimiento y evaluación de las actividades desarrolladas, ha precisado en una nota de prensa la Administración regional.
«El teletrabajo va a quedarse entre los funcionarios de la Comunidad de Madrid» que han desarrollado sus tareas «con responsabilidad y con libertad», según la presidenta madrileña.
Díaz Ayuso ha asegurado que el teletrabajo «no solo no ha empeorado, sino que ha mejorado la rapidez y la fluidez a la hora de realizar trámites telemáticos».
«A partir de ahora, lo que queremos es combinar el teletrabajo con la actividad presencial para que los ciudadanos tengan las dos modalidades a las que acogerse, pero también los funcionarios puedan organizar su vida y su trabajo, obtener más rendimiento y de paso poder conciliar», ha indicado la presidenta madrileña.
Durante el encuentro telemático con empleados públicos, al que también ha asistido el consejero de Hacienda y Función Pública, Javier Fernández-Lasquetty, se ha hecho balance de los principales resultados obtenidos en materia de teletrabajo durante estos meses de confinamiento.
Más de un tercio de los empleados públicos de la Administración regional (36,2 por ciento) están en la actualidad realizando sus tareas laborales diarias desde sus hogares, lo que supone 60.986 trabajadores de un total de 168.413.
Sin embargo, esta cifra se dispara a cerca del doble (61,34 por ciento) si se excluye a los 80.796 trabajadores públicos de los hospitales, Atención Primaria y Summa 112, que están desarrollando sus funciones de manera presencial para combatir la pandemia por el COVID-19.
«La Comunidad de Madrid está muy orgullosa de sus funcionarios que han hecho un trabajo ímprobo para que los ciudadanos pudieran seguir haciendo sus trámites de forma telemática dentro de una situación tan anómala», como el estado de alarma, ha señalado Díaz Ayuso.
El Ejecutivo regional comenzó a tomar medidas para facilitar el teletrabajo desde el pasado 10 de marzo, con anterioridad a la declaración del estado de alarma por el Gobierno central.
La medida se adoptó para facilitar la conciliación de los trabajadores que tuvieran que cuidar de sus hijos por el cierre de los centros educativos anunciada el día 9 de ese mes.
Posteriormente, el 13 de marzo, se emitió una resolución por parte de la Dirección General de Función Pública para regular el trabajo a distancia de los empleados públicos, como consecuencia de la situación y evolución del coronavirus, primando en todo momento la continuidad del Servicio de la Unidad Organizativa.
La presidenta madrileña ha destacado el esfuerzo desplegado «en tiempo récord» por la agencia Madrid Digital para poder dotar de los medios necesarios a los empleados públicos que están ejerciendo sus funciones desde sus casas.
Desde el inicio de la crisis sanitaria, la Comunidad de Madrid ha entregado a sus trabajadores equipos portátiles (ordenadores, smartphones y tabletas electrónicas), así como más de 150.000 licencias y dispositivos para facilitar la conectividad, la documentación en la nube y el trabajo colaborativo de forma remota.
A estas medidas se une el refuerzo del registro electrónico, que ha multiplicado por diez su capacidad de acceso, y al que se han incorporado una sala de espera virtual.
El objetivo de estas medidas es poder atender con mayor fluidez a las personas que realizan cualquier tipo de trámite ordinario de forma no presencial y dar una respuesta eficaz a todas aquellas que han solicitado las distintas ayudas que se han puesto en marcha para hacer frente a los efectos de la crisis.