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un tiroteo dio la razón a Vox, que obtuvo la mayoría absoluta

De declarar la independencia al triunfo de VOX. Así es Sant Jaume de Frontanyà

El secretario general de VOX, Ignacio Garriga, visita la Iglesia de Sant Jaume, en el centro del pueblo.

Tiene Cataluña muchos pueblos con encanto. Rodeado de arboledas, bajo las laderas meridionales de los Pirineos, en un naturalísimo enclave de lluvias veraniegas y heladas en invierno, se encuentra Sant Jaume de Frontanyà. Es uno de tantos. Sin embargo, este pequeño pueblo empedrado, apenas formado por un castro con su espectacular iglesia románica y un sencillo cementerio, es peculiar por su evolución: de ser uno de los primeros pueblos separatistas, hace ya más de una década, a ser hoy un rural enclave donde VOX es primera fuerza.

Sant Jaume de Frontanyà es un pueblo con historia. Aunque pequeño, esta aldea de masías colindantes, ubicado en la comarca del Bergadá —al norte de la provincia de Barcelona—, ha sido protagonista de algunos episodios de nuestra historia reciente. Hay registros, ya del siglo XI, de la Consagración de la iglesia de Sant Jaume. Santo que da nombre al pueblo y lo envuelve en cierta religiosidad. No en vano la Segunda República cambió el nombre al pueblo. Y la referencia al santo desapareció. La localidad se llamó entonces Frontanyà de Roca.

Hoy son 31 los habitantes de Sant Jaume, y políticamente están organizados en forma de concejo. Todos ellos son «concejales» de su pueblo, y entre ellos eligen al alcalde. Aunque hoy las circunstancias sean otras, hay que remontarse al año 2009 para escuchar, repetidamente, el nombre de la localidad. El domingo 13 de diciembre de aquel año más de un centenar de ayuntamientos catalanes se sumaron a la oleada independentista. Aquel domingo estaba convocado un referéndum ilegal de independencia. Muchos de ellos se celebraron en tiempo y forma, en una especie de golpe organizado y amparado por la Generalitat.

Sant Jaume de Frontanyà, sin embargo, tomó el relevo de Arenys de Munt a la hora de desafiar al Estado y se adelantó un día a la consulta separatista. El sábado 12 de diciembre, pues, votaron en favor de la independencia, y este pueblo se proclamó independiente de España. El segundo en hacerlo. Entre los 18 ciudadanos empadronados que participaron en el referéndum ilegal, tan sólo uno de ellos voto en contra. El justo de Sodoma y Gomorra. Catorce años después de su soledad, y con un consistorio liderado actualmente por el PSOE, en las pasadas Elecciones Generales VOX se convirtió en la primera fuerza política. El primer pueblo independentista es ahora el primer pueblo catalán donde el partido conservador se alza con la victoria.

Si bien el pueblo, como decía, está liderado por un alcalde socialista; y en las pasadas elecciones autonómicas ERC se hizo con la mayoría de votos, hay un episodio que dio a VOX, en las pasadas elecciones generales, seis votos. Una nimiedad que en Sant Jaume de Frontanyà se convierte en mayoría absoluta —un 54,4% del total—. A mediados de junio, el hijo del alcalde, Nil Anselmo, fue disparado con una escopeta de perdigones por un magrebí. El socialista, padre de la víctima, se refiere a Musta como el “moro okupa”. Y hoy reconoce que su propio hijo fue uno de esos seis votantes de VOX.

Este episodio fue todo un acontecimiento, y conmocionó a la comarca. El agresor se refugió en su casa, el hijo del alcalde tuvo que ser trasladado al hospital en helicóptero y un mosso resultó herido. Musta, que está siendo investigado por delito de homicidio en grado de tentativa, permanece en prisión provisional desde el 17 de junio. Y aquel pueblo que un día fue pionero del separatismo, hoy reclama orden y ley. “El nuestro no fue un voto fascista, sino reivindicativo. Que intenten matar a tu hijo, a ver qué haces”, explicó el alcalde, en un alarde de sentido común. Un drama que seguramente celebre aquel justo de Gomorra, que hoy disfruta de la mayoría absoluta.

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