«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
LOS PRECEPTOS ISLÁMICOS RIGEN LOS MENÚS DE CENTROS PÚBLICOS

Del «menú halal» y sin cerdo, al cuscús los viernes: así se ha introducido el islam en los comedores escolares de Ceuta

Fin de Ramadán en Ceuta. Europa Press

Las exigencias de la comunidad musulmana marcan los menús de los escolares que se pliegan a los «motivos religiosos» para su confección, sin cerdo ni productos que no sean «halal».

Los ceutíes conocen bien el significado de ‘halal’. Se trata de un término que hace referencia al conjunto de prácticas permitidas por la religión musulmana. Aunque el término en sí engloba todo tipo de prácticas, es comúnmente asociado a los alimentos aceptables según la sharía, o ley islámica, que son sacrificados según los ritos establecidos por el islam.

En Ceuta, la mayoría de los productos cárnicos son halal y lo que se ha convertido en una tarea complicada es comprar carne ―a excepción de la de cerdo― que no lo sea. Una práctica impuesta por el islam y consentida por quienes no son musulmanes porque sólo varía el modo de sacrificio del animal. Pero que hace que la cultura islámica avance en la sociedad, también en el ámbito gastronómico.

De ahí que las autoridades hayan normalizado que sean los preceptos islámicos los que rijan los menús en centros públicos como el hospital, la prisión, o los colegios y guarderías. Así, en los menús escolares, no se encuentra cerdo desde hace años y los productos cárnicos deben ser «halal». A esto se le ha sumado, en los últimos meses, la introducción del cuscús los viernes, una comida que tradicionalmente los musulmanes consumen ese día, considerado por el islam como la jornada más importante de la semana.

Sin embargo, en la ciudad autónoma son pocas las críticas a este sistema impuesto por motivos religiosos, ante el miedo a ser señalados como «racistas». Y es que, en los contratos, aunque no se especifica que los productos sean «halal», sí se señala que «por prescripción facultativa, motivos religiosos o a propuesta de la Dirección General de Asuntos Sociales, se servirán dietas especiales». Así se especificaba en el pliego de prescripciones técnicas para la contratación de un servicio de catering en los comedores escolares durante el verano de 2019.

Además, ésta es una cuestión que vigilan especialmente desde la Unión de Comunidades Islámicas de Ceuta (UCIDCE). En octubre de 2014, apareció una información en medios de comunicación ceutíes donde se señalaba cómo la UCIDCE esperaba disponer de los datos de los proveedores de los comedores escolares de la ciudad autónoma con el fin de asegurarse de que la comida suministrada a los mismos tiene la garantía del Instituto Halal «o de alguna otra entidad o federación debidamente acreditada».

A la UCIDCE si le constaba que tanto en el Hospital Universitario como en el centro penitenciario de Los Rosales «se adquiere la carne a suministradores que sí cumplen con los requisitos religiosos islámicos establecidos». Y quería asegurarse de que igual ocurría en los colegios.

Además, en los últimos años ha surgido todo un movimiento que insta a las familias musulmanas de todo el país a solicitar «menús halal». Así lo hace la Asociación de Consumidores Halal (ACOHA), facilitando incluso el impreso para que se exija la certificación halal en los centros públicos. Pero en el caso de Ceuta, lejos de hacer menús específicos, han hecho de la excepción la norma y todos los menús se rigen por la norma islámica.

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