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UNA EXIGENCIA DEL SEPARATISMO

El Congreso da vía libre a la reforma del Reglamento para permitir el uso del catalán, del gallego y del euskera

El vicepresidente del Congreso, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, y la presidenta, Francina Armengol. Europa Press

El Pleno del Congreso ha dado vía libre este martes a la tramitación de la reforma del Reglamento de la Cámara para permitir el uso de las lenguas cooficiales no sólo en las intervenciones parlamentarias sino también en la presentación de iniciativas, y lo ha hecho con el voto en contra del PP, VOX y Unión del Pueblo Navarro (UPN).

Además del apoyo de sus promotores —PSOE, Sumar, ERC, Bildu, PNV y BNG— la iniciativa ha contado con el respaldo apoyo de Junts y de Coalición Canaria (CC). Ha sido la primera votación electrónica que ha tenido lugar en el Congreso en esta legislatura y se ha saldado con 176 votos a favor, 169 en contra y dos abstenciones. Todo indica que estas dos últimas se han debido a errores de los diputados que se estrenaban en sus lides.

Los partidarios del uso de las lenguas cooficiales han aprobado que la tramitación se haga por el procedimiento de lectura única, es decir, de una tacada, en el Pleno sin pasar por la Comisión de Reglamento, que aún no se ha constituido. Así, los grupos tendrán de plazo hasta las 18.00h de este miércoles para presentar enmiendas a la iniciativa, tanto de totalidad como parciales, y todas ellas se debatirán en una nueva sesión plenaria este jueves.

La reforma del Reglamento persigue que se puedan usar las lenguas cooficiales en todos los debates de la Cámara y en la presentación de iniciativas, si bien no menciona expresamente el catalán, el gallego o el euskera, sino que permite el uso de «cualquiera de las lenguas que tengan carácter de oficial en alguna Comunidad Autónoma de acuerdo con la Constitución y el correspondiente Estatuto de Autonomía».

Esas lenguas cooficiales se podrán utilizar en todos los debates parlamentarios, tanto en el Pleno y la Diputación Permanente como en las distintas comisiones, y todo desde la misma entrada en vigor de la reforma reglamentaria.

Lo único que se retrasa en el texto registrado es el uso de lenguas cooficiales al presentar escritos, pues se establece un periodo de transición de un máximo de seis meses para adaptar los servicios de la Cámara, tiempo en el que los grupos podrán registrar iniciativas en euskera, gallego o catalán, pero deberán acompañar la traducción al castellano.

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