Bildu ha pactado con el Gobierno de coalición reformar la ley de seguridad ciudadana para acabar con el uso de las actuales pelotas de goma por parte de las Fuerzas de Seguridad, acabar con la «discrecionalidad» en la imposición de sanciones administrativas por faltas de respeto a la autoridad y desobediencia, y también presentar en un plazo de seis meses una reforma de la Ley de Extranjería para poner fin a la conocidas como «devoluciones en caliente» de inmigrantes en frontera.
En el texto pactado, que se registrará este mismo jueves en el Congreso con la rúbrica de PSOE, Sumar, ERC, Bildu y PNV, se concreta que las faltas de respeto deben ser «expresiones relevantes» y que, además, se levantarán las multas en los casos donde el sancionado se retracte o se disculpe. En los supuestos de desobediencia, la infracción pasa de grave a leve y debe cometerse «utilizando oposición corporal cuando se trate de la negativa a cumplir una orden legal o ajustada a la legalidad o al ordenamiento jurídico».
Así lo ha anunciado en rueda de prensa la portavoz de Bildu en el Congreso, Mertxe Aizpurua, quien ha destacado que esta reforma supondrá acabar con la ley.
El nuevo texto legislativo, ha precisado, «recoge todos los acuerdos y avances logrados» entre PSOE, PNV y Unidas Podemos en la anterior legislatura, pero que no contaron con el apoyo de Bildu y ERC porque los consideraban insuficientes. De hecho, el portavoz de Bildu en la Comisión de Interior, Jon Iñarritu, ha destacado que los cuatro puntos pactados ahora con el Gobierno parten de las enmiendas transaccionales que en su día presentaron junto a ERC.
Aizpurua se ha congratulado de que ahora sí hayan podido acordar con PSOE y Sumar los asuntos que entonces quedaron pendientes. «Con este acuerdo desbloqueamos la situación y logramos que la gran asignatura pendiente vaya a hacerse realidad», ha destacado.