El ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones ha destinado diez millones de euros a contratar vigilantes que hablen inglés, francés y árabe para la seguridad del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Ceuta.
El Gobierno ha adjudicado a Eulen el contrato que está previsto para 12 meses prorrogables, está financiado con el Fondo de Asilo, Migración e Integración de la Unión Europea y que se tramitó de urgencia, según destaca el diario The Objective. Entre los requisitos para los trabajadores aparece uno que se refiere a la necesidad de que estos trabajadores dominen los idiomas anteriormente citados.
Las retribuciones de cada vigilante oscilan entre 31.000 y 40.000 euros y el importe anual del salario por la totalidad de empleados ascenderá a 674.841 euros.
Los motines en centros como el CETI de Ceuta son habituales. Este local en concreto tiene una capacidad para 512 personas. Su objetivo es el de proporcionar una primera acogida a los inmigrantes ilegales que llegan a las ciudades autónomas.
Teniendo en cuenta el riesgo de incidentes, el contrato al que ha tenido acceso el citado diario deja claro que «el Ministerio no tendrá responsabilidad civil alguna derivada de los daños o perjuicios personales o materiales ocasionados por las actuaciones realizadas por los vigilantes de seguridad en el cumplimiento de su misión». Estas responsabilidades las asumirá la empresa adjudicataria o su aseguradora. Para ello deberá contar con una póliza de responsabilidad civil por un importe mínimo de diez millones de euros durante la vigencia del contrato.