«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
El bipartidismo beneficia a Marruecos

El puerto de Tánger Med ya supera al de Algeciras tras la «descarbonización» aprobada por PSOE y PP en la UE

Tánger Med. Europa Press

Siempre que en España gobierna el PSOE Marruecos obtiene enormes beneficios. Los socialistas dicen detestar al general Franco por haber sido un dictador, pero hacen negocios, compran viviendas, envían subvenciones por docenas de millones de euros de los españoles y se convierten en propagandistas del régimen despótico de la monarquía alauita.

Con Sánchez, esa asociación se ha convertido en sumisión: espionaje de las comunicaciones del Gobierno nacional, cambio de la política española sobre el Sáhara ocupado, inclusión de Marruecos en el Mundial de Fútbol de 2030, aceptación de los carnés marroquíes para camioneros, silencio ante la inmigración ilegal que irrumpe en España, reducción de controles a los productos alimenticios marroquíes

El sultán Mohamed VI tendrá una pésima salud o estará agonizante, pero se trate de él o del ‘majzén’ (la corte o la camarilla), Marruecos está ganando batalla tras batalla a España, una nación a la que la primera no reconoce sus fronteras territoriales ni marítimas.

Una de las consecuencias de esta subordinación de España a Marruecos es el traslado de actividad económica al sur del Estrecho de Gibraltar, y no sólo el cultivo de tomates o la plantación de olivos. El puerto de Tánger Med, que empezó a operar en 2007, a 15 kilómetros de Tarifa y a unos 70 kilómetros de Ceuta, ha superado en tráfico de mercancías al de Algeciras, el mayor de España y con una antigüedad superior al siglo.

En 2016, el Puerto Bahía de Algeciras aún doblaba a Tánger Med en millones de toneladas movidas. A partir de entonces, el puerto marroquí empezó a aumentar su tráfico de buques de mercancías y contenedores, mientras el español se estancaba. En 2022, las dos infraestructuras quedaron a la par. Y en 2023, a la vez que Algeciras registraba su peor dato en millones de toneladas desde 2017, Tánger crecía más de un 13% y le superaba por primera vez. Los datos de 2024 ratificarán esta victoria.

Una tasa para evitar el calentamiento

Lo que ha ocurrido en estos años, que coinciden con el Gobierno más promarroquí de la historia de España, el de Pedro Sánchez, son varias ampliaciones de las instalaciones de Tánger Med, donde se han construido nuevas terminales, su zona industrial y la aplicación por parte de los miembros de la UE del Régimen de Comercio de Emisiones, llamado «recargo de emisiones».

Desde el 1 de enero de 2024, las navieras tienen que declarar sus emisiones de CO2 y comprar el equivalente en derechos de emisión en el mercado EU ETS. El puerto de Tánger está exento de ese coste. Por ello, la empresa danesa Maersk va a sustituir la escala de sus buques en Algeciras por Tánger Med. El año pasado, la alemana Hapag-Lloyd suprimió su escala en Valencia y trasladó la descarga de sus contenedores, parte de los cuales transportan naranjas sudafricanas. Además, el Gobierno marroquí ofrece a las navieras mano de obra con salarios bajos y un severo orden público que garantiza la actividad permanente del puerto (aunque no se extiende a las salidas de pateras de su costa con inmigrantes).

En conclusión, el tráfico marítimo empieza a sufrir los mismos obstáculos que la industria automovilística, la agricultura y la ganadería europeas en aras a la salvación del planeta. He aquí otro factor que explica su crecimiento. Muchas empresas europeas desembarcan las mercancías en Tánger y luego la trasladan a Europa, a Algeciras u otros puertos españoles para desde ahí distribuirlas por Europa. El tráfico de camiones entre Algeciras y Tánger Med ronda los 500.000.

La entrada de tanto conductor marroquí que puede llegar hasta el centro de Europa explica también que el Gobierno español modificara en marzo pasado el acuerdo bilateral sobre el reconocimiento recíproco y canje de permisos de conducción con Marruecos, después de una visita de Sánchez a Mohamed VI.

Tánger Med se ha convertido en el primer puerto de tráfico de contenedores del Mediterráneo y en el mayor de África. Dado su crecimiento, puede entrar en el grupo de los 20 mayores puertos del mundo para este tipo de comercio, grupo en el que no hay ningún puerto español.

En otro ejemplo de la hipocresía de las oligarquías europeas, éstas rechazan el atraque en sus puertos de barcos que no paguen por sus emisiones contaminantes, pero luego permiten que las mercancías transportadas por ellos entren y circulen por la UE sin trabas. El «puente de Marruecos» lo están construyendo los europeos, sobre todo los españoles. La pregunta que hay que hacerse no es por qué se comportan así, sino por cuánto.

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