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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

El separatismo, a punto de perder la mayoría absoluta en el Parlament

El procesamiento de los cabecillas del ‘procès’ dejará a la facción independentista sin mayoría en el Parlament de Cataluña.

El Tribunal Supremo ha confirmado este miércoles el procesamiento por rebelión de quince de los investigados en la causa sobre el «procés» de Cataluña, una decisión que abre paso a la posible suspensión como cargos públicos de los cinco diputados que están en la cárcel.
Así lo establece el artículo 384 bis de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, que prevé que cuando se dicte un auto de procesamiento firme y se decrete la prisión provisional por un delito relacionado «con bandas armadas o individuos terroristas o rebeldes», aquel procesado que ostente un cargo público quedará «automáticamente suspendido» en el ejercicio del mismo mientras dure la situación de prisión.
En cualquier caso, no es una medida que se aplique de forma automática, sino que la debe acordar de forma razonada el juez que está instruyendo la causa en el Supremo, Pablo Llarena, han informado fuentes jurídicas a EFE.
De los siete diputados autonómicos afectados, cinco están en prisión (Oriol Junqueras, Jordi Turull, Josep Rull, Raül Romeva y Jordi Sànchez) y otros dos están huidos (Carles Puigdemont y Antoni Comín), pero sobre ellos pesa orden de ingreso en prisión, como establece la ley. En el caso de estos últimos dos diputados, la cuestión es más compleja y será el Supremo quien tenga la última palabra sobre su suspensión.
Si Llarena así lo decide, serán suspendidos de sus cargos como representantes en la cámara autonómica tras la confirmación de su procesamiento por rebelión, aunque no tendrán que dejar el escaño.

Podrían perder la mayoría absoluta

La suspensión que decretará Llarena no es lo mismo que la inhabilitación para cargo público -que necesita de una sentencia firme-, por lo que los diputados secesionistas no están obligados a dejar sus actas de diputado. Únicamente pierden la potestad o el derecho a ejercer sus funciones, como votar, o a cobrar el sueldo asignado.
Esto podría suponer un problema para las filas independentistas, ya que en caso de que los diputados suspendidos en el ejercicio de sus funciones no abandonen el escaño, perderían la mayoría absoluta.
El arco del Parlament está dividido entre los 70 diputados secesionistas y los 65 contrarios a la independencia, si se tiene en cuenta a la marca podemita de Domènech. En caso de que Llarena suspenda a los diputados procesados que se encuentra en prisión y a los que se han sustraído de la Justicia, el separatismo quedaría en minoría con 63 diputados. Y en caso de que el Alto Tribunal libre de la suspensión a Puigdemont y Comín, ambas facciones empatarían en 65 votos.
La única posibilidad para evitar esta situación es que Junqueras, Rull, Turull, Romeva, Sànchez, Puigdemont y Comín renuncien a sus escaños y faciliten la entrada de nuevos diputados que les garantice la mayoría absoluta.

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