«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
La industria representa el 11% del PIB, frente al 18% que suponía hace dos décadas

Empresas norteamericanas en España solicitan alargar la vida de las nucleares hasta 2040 para reforzar la industria

Central Nuclear. Europa Press

La Cámara de Comercio de los Estados Unidos en España ha propuesto prolongar la vida útil de las centrales nucleares españolas hasta 2040, una medida que supera los límites actuales establecidos por el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), que fija el cierre entre 2027 y 2035. Según el documento presentado, esta extensión garantizaría una fuente estable y de bajas emisiones durante la transición hacia un sistema energético basado en renovables y reduciría la dependencia de los ciclos combinados de gas, clave para la seguridad energética.

En esta línea, la Cámara sugiere también la incorporación de reactores nucleares modulares (SMR), con capacidad de hasta 300 MW, como parte del mix energético del país. Estas unidades, más pequeñas y flexibles que las plantas nucleares tradicionales, destacan por su eficiencia, menor frecuencia de recarga de combustible (cada 3 a 7 años) y la capacidad de operar hasta 30 años sin interrupciones. Además, su diseño modular facilita el transporte y ensamblaje, lo que podría acelerar su implementación.

El objetivo de estas propuestas es contribuir a que el sector industrial recupere protagonismo en la economía española, alcanzando un peso del 22% del PIB para 2035. Actualmente, la industria representa el 11% del PIB, frente al 18% que suponía hace dos décadas. La Cámara ve en España una oportunidad estratégica para atraer industrias gracias a su infraestructura digital avanzada, recursos renovables y posición geográfica privilegiada.

En cuanto a la competitividad energética, el documento plantea permitir a las empresas electrointensivas reinvertir hasta el 25% de sus derechos de emisión en proyectos de descarbonización, frente al 12% vigente en España. Este cambio, ya aplicado en países como Alemania y Francia, podría reducir en un 20% los costes energéticos en sectores clave como el acero, aluminio y la química para 2028. Paralelamente, propone explotar de forma sostenible recursos minerales críticos, como litio y cobre, que abundan en el sur de España, para reforzar la autonomía energética y avanzar en tecnologías limpias.

La Cámara también aboga por una reforma regulatoria que fortalezca la seguridad jurídica y simplifique la burocracia. Sugiere sustituir el actual sistema de subvenciones por uno de créditos fiscales automáticos, inspirado en la Ley de Reducción de la Inflación (IRA) de Estados Unidos, que ofrece incentivos fiscales directos para la producción de hidrógeno verde. Este modelo, menos dependiente de procesos administrativos, mejoraría la predictibilidad financiera para los promotores de proyectos sostenibles.

Estados Unidos, como principal inversor extranjero en España, respalda esta visión estratégica. Actualmente, el stock de inversión estadounidense asciende a 106.950 millones de euros, lo que representa casi el 20% del total de inversión extranjera en el país. Sectores como la extracción de petróleo y gas, actividades sanitarias y telecomunicaciones han sido los principales receptores de esta inversión.

La Cámara de Comercio, que representa a más de 280 empresas con una facturación conjunta equivalente al 16% del PIB español, apuesta por que estas reformas no solo consolidarán a España como un referente industrial y energético, sino que atraerán industrias que buscan relocalizarse desde mercados con altos costes energéticos. Con estas medidas, España podría revertir la tendencia de desindustrialización de las últimas décadas y posicionarse como un actor clave en el escenario energético global.

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