Los pactos tras los comicios municipales y autonómicos del 28 de mayo demuestran que el destino del voto al PP no está claro. No se sabe si puede servir para echar a la izquierda como ha pasado en 140 ayuntamientos de España (Burgos, Valladolid, Toledo, entre otros…) y en la Comunidad Valenciana gracias a pactos con VOX; para perpetuar al PRC de Miguel Ángel Revilla, formación señalada por corrupción; para regalar alcaldías al PSC (¡y a los comunes!) en Barcelona; o para alentar al PSOE en Extremadura y forzar otras elecciones por no querer un acuerdo de Gobierno con la formación liderada por Santiago Abascal.
La decisión del Partido Popular de no aceptar en Extremadura que no tiene mayoría absoluta y que los cinco diputados de VOX son imprescindibles para un Gobierno alternativo han dado este martes la presidencia de la Cámara autonómica al PSOE y han abierto la puerta a unos nuevos comicios («iremos a elecciones, si hay que ir», ha dicho María Guardiola (PP)… mientras en Baleares el diputado de VOX Gabriel Le Senne se convertía en nuevo presidente del Parlamento autonómico tras el preacuerdo alcanzado con los populares.
El viernes, el PP y el Partido Regionalista de Cantabria (PRC) firmaron el acuerdo que permitirá ser a la popular María José Sáenz de Buruaga presidenta de la región. «Nos tendrá para aprobar cosas sensatas», dijo Revilla, cuyo partido está involucrado en la trama de adjudicaciones irregulares en el Servicio de Carreteras que acabó con el cese el pasado mes de marzo del consejero de Obras Públicas José Luis Gochicoa.
Un día antes, en la Comunidad Valenciana, PP y VOX dieron a conocer los 50 puntos programáticos de su Gobierno de coalición —que logrará desalojar al socialista Ximo Puig— y aseguraron que su objetivo era dotar a la región de «un Ejecutivo estable y fuerte» que preserve «la libertad, el desarrollo económico, la defensa de las señas de identidad propias y la protección de las familias».
Y el sábado los votos del PP sirvieron para regalar al socialista Collboni la alcaldía de Barcelona. El líder del PP en el Ayuntamiento, Daniel Sirera, ha afirmado este martes que el regidor se comprometió con él «minutos antes» del pleno de investidura a no gobernar con BComú, aunque no hay ningún pacto por escrito y el socialista ya se ha mostrado dispuesto a explorar un pacto de gobierno con dicha formación de extrema izquierda defensora del mal llamado «derecho a decidir».
