Si hay alguien que ha ganado un especial protagonismo en la conformación el nuevo Gobierno, ése es Félix Bolaños. Nuevo ministro de Presidencia, Justicia, y Relaciones con las Cortes, Bolaños es ya el quinto vicepresidente del Gobierno y quien de facto maneja el Consejo de Ministros.
Hijo de… la democracia, Bolaños nació en 1975 en una familia de clase media. Pronto destacó por su inteligencia, que le llevó a ser el número uno de su promoción. Alumno aventajado de Derecho, en 2005 ingresó en el Banco de España como Letrado Asesor y tres meses después fue nombrado jefe de la división de Asesoría Jurídica del Banco de España.
Paralelamente fue medrando en la corporación socialista de Tetuán, hasta que poco a poco fue ascendiendo a la sombra de Pedro Sánchez. Perfil discreto y de talante negociador, siempre ha querido permanecer en un segundo plano. Hoy, sin embargo, si Sánchez es un primer ministro con ínfulas de presidente de la República, Bolaños es un peón de Moncloa con ínfulas de presidente del Gobierno. Es él quien controla todo lo que pasa por la mesa de Sánchez.
El 24 de octubre de 2019 muchos se preguntaron quién era el tal Bolaños. De rostro serio y traje anchote, el entonces Director General de Presidencia orquestó la exhumación de Franco. Durante semanas negoció con la familia los detalles de un acuerdo que el Gobierno incumpliría contra el criterio de los propios benedictinos de la Basílica de la Santa Cruz. Bolaños negó a la familia portar la bandera con el Águila de San Juan de España, y los Franco colocaron entonces la Cruz Laureada de San Francisco.
El peón de Sánchez, desde la sombra, también organizó el funeral de Estado celebrado en el Palacio Real. Ni funeral ni de Estado, Bolaños fue el máximo responsable del homenaje a las víctimas del Covid-19, en el que una mecha prendida coronó el semicírculo de invitados. Entonces Félix Bolaños fue acusado de masón, por la simbología oscura y antirreligiosa que presidió el acto. Aquel julio de 2021 España comenzó a conocer mejor a su presidente en la sombra.
Hoy, tras años de discretas canonjías, Bolaños es el hombre fuerte en Moncloa. Conocido por todos, el nuevo Notario Mayor del Reino acumula bajo su cartera todos los poderes del Estado. Si en 2019 Bolaños consiguió desenterrar a Franco, hoy ha logrado enterrar la separación de poderes. Él acumula el control del Poder Ejecutivo —es ministro de Presidencia—, la supervisión del Poder Legislativo —es ministro de Relaciones con las Cortes—, y la tutela del Poder Judicial —es ministro de Justicia—.
Así, el otrora peón de Sánchez ahora trabaja como vicepresidente del Gobierno y mano derecha de Pedro Sánchez. Organizador de funerales laicos y maestro de ceremonias de pompas fúnebres, el presidente del Gobierno parece haber acertado al elegirlo como enterrador de su última víctima: España.