El expresidente madrileño Ángel Garrido, que dejó hace dos semanas el PP para fichar por Ciudadanos, asegura que «su adversario» no es su antiguo partido sino «la izquierda», hasta el punto de descartar de forma «radical» la posibilidad de pactar con el socialista Ángel Gabilondo tras las elecciones autonómicas.
En una entrevista con Efe a pocos días del inicio de la campaña electoral, Garrido no oculta su satisfacción por formar parte ahora de un partido en el que se sintió «integrado desde el primer minuto» y que en su opinión es «el máximo representante del centro político en España».
Aún así, es partidario de llegar a acuerdos con el PP tras las elecciones autonómicas del 26 de mayo «si es necesario hacerlo», porque «eso es bueno para la Comunidad de Madrid y sería bueno también para España».
«Nuestro adversario no es el PP, nuestro adversario es la izquierda», ha sostenido.
El expresidente cree que «hay dos partidos que están llamados a entenderse» en la Comunidad de Madrid que son el PP y Ciudadanos, ya que considera que «la izquierda no va a sumar en Madrid para gobernar».
«Por tanto, lo que está en juego es el liderazgo de un gobierno que puede corresponder a Ciudadanos», ha apuntado.
Preguntado sobre si preferiría llegar a acuerdos puntuales con el PP o formar un gobierno de coalición, ha respondido que es algo que dependerá de los resultados electorales de cada formación.
«Si tenemos necesidad de contactar con el PP para gobernar, que seguramente sea así, será la dirección del partido quien determine cómo y de qué forma», ha señalado.
Garrido cree que su condición de exmilitante popular no perjudicaría unas posibles negociaciones entre su nueva y su anterior formación, ya que sería «como negar que hay personas que han votado al PP y ahora votan a Ciudadanos».
«Cada persona es libre de estar donde quiera estar con su voto o con su trabajo político. Los partidos no son dueños de las personas», ha añadido.
Sobre la posibilidad de establecer un «pacto a la andaluza» con Vox, ha comentado que es algo que verán también «cuando llegue ese momento», en función del número de escaños que obtenga cada partido.
«Yo no votaría a Vox pero respeto enormemente a sus votantes y dirigentes», ha dicho Garrido, que considera que tras los resultados de las elecciones generales «conviene no calificar de modo que parezca peyorativo a ninguna fuerza política».
Para negociar con un partido, el expresidente madrileño (que ocupa el número 13 en la lista de Ciudadanos para la Comunidad de Madrid) establece dos condiciones: «El respeto a los órganos constitucionales» y que haya «una sintonía grande en relación a las propuestas electorales».
Lo que tiene claro es que no pactaría con el PSOE-M de Ángel Gabilondo, haciendo así extensivo el veto impuesto por Ciudadanos a Pedro Sánchez en las elecciones generales.
«Está radical y absolutamente descartada, esa posibilidad no existe», ha declarado Garrido, que cree que Madrid ha de ser «un muro» frente a las políticas «que dan alas al independentismo».
«Gabilondo contribuiría a esa forma de entender España tan equivocada que ha tenido Pedro Sánchez», ha asegurado.
Muy disciplinado con su nuevo partido, Garrido desempeñará en un futuro el papel que le asigne en un hipotético gobierno o en la Asamblea el candidato de Ciudadanos a la Comunidad, Ignacio Aguado, con el que asegura que no ha hablado del tema.
El expresidente descarta volver al PP si hubiera un cambio de liderazgo o de orientación ideológica porque afirma que está donde quiere estar y rehúsa opinar sobre lo que debería hacer la formación de Pablo Casado para recuperar la confianza de los votantes tras los malos resultados de las generales.
«Ya no milito en el PP, los cambios que tengan que hacer les corresponde a ellos. Dar mi opinión no sería ni razonable ni lógico», ha declarado.
En cambio, sí ha comentado que le parece «completamente absurdo» que Casado (con quien no ha hablado desde que dio el salto a Ciudadanos) atribuya los resultados en las generales a la fragmentación del voto de centro derecha.
«Es decir que no hemos ganado porque no nos han votado. Evidentemente, cada uno vota a la opción política que quiere», ha añadido Garrido, para el que el PP «simplemente se ha equivocado en sus planteamientos».
