El presidente interino del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), el vocal conservador Vicente Guilarte, ha aprovechado su primer Pleno, celebrado este martes, para reorganizar todas las comisiones, incluida la Permanente —el órgano ejecutivo del CGPJ—, ante la nueva etapa que se ha abierto tras la jubilación de su antecesor en el cargo, el progresista Rafael Mozo.
Hasta ahora, la Comisión Permanente, cuya configuración ha ido cambiando en los más de 9 años que lleva funcionando este Consejo, estaba formada por Mozo, Juan Martínez Moya, Juan Manuel Fernández y José Antonio Ballestero, por el turno judicial; y Álvaro Cuesta, Nuria Díaz y Pilar Sepúlveda, por el turno reservado a juristas.
Según las fuentes del CGPJ, Guilarte ha propuesto mantener a Sepúlveda y Ballestero, sacar a Cuesta, Martínez Moya, Fernández y Díaz e incluir a Roser Bach, Mar Cabrejas, Carmen Llombart y Ángeles Carmona.
El Pleno ha aprobado su propuesta, por lo que la Comisión Permanente mantiene la mayoría conservadora entre sus miembros, los cuales se distinguen del resto por su «dedicación exclusiva», que les impide compatibilizar el cargo con otras tareas.
De hecho, este requisito ha sido el principal escollo para que Guilarte accediera a sustituir a Mozo, ya que debía renunciar a sus trabajos como profesor y abogado. La semana pasada accedió a hacerlo y hoy ha remitido a sus compañeros la documentación que acredita que ha iniciado los trámites para ello.
Algunas voces defienden que la jubilación de Mozo abocaba a una remodelación de la Comisión Permanente para introducir un nuevo miembro por el turno de jueces y magistrados, y reorganizar el turno de juristas, en el que se ubica Guilarte, a fin de mantener la proporción.
Sin embargo, otras voces rechazan que se trate de un movimiento «habitual» ante la llegada de un nuevo presidente interino, achacando la reordenación interna a una iniciativa personal de Guilarte.
Se da la casualidad de que los cuatro vocales que salen de la Comisión Permanente son los mismos que en una tensa reunión celebrada el pasado lunes reclamaron a Guilarte que acreditara que había iniciado los trámites para renunciar a sus otras actividades.
Además de con dicha comisión, Guilarte también ha ideado una reconfiguración de las restantes comisiones —Igualdad, Disciplinaria y Asuntos Económicos—, que ha sido igualmente aceptada por el Pleno.
La Disciplinaria y la de Igualdad seguirán estando presididas por Wenceslao Olea y Clara Martínez de Careaga, respectivamente, aunque cambien los vocales que las integran, mientras que Gerardo Martínez Tristán encabezará la de Asuntos Económicos.
En este contexto, la nueva composición de las Comisiones legales tendrá efectos a partir del próximo 1 de agosto, según ha detallado el órgano de gobierno de los jueces.
Así, han votado a favor de la nueva composición de las Comisiones legales los vocales María Ángeles Carmona, José María Macías, Roser Bach, Mar Cabrejas, Enrique Lucas, Gerardo Martínez Tristán, José Antonio Ballestero, Carmen Llombart y Vicente Guilarte. En contra del acuerdo se han mostrado los vocales Nuria Díaz Abad, Juan Martínez Moya, Clara Martínez de Careaga, Juan Manuel Fernández, Pilar Sepúlveda y Álvaro Cuesta, mientras que el vocal Wenceslao Olea ha votado en blanco.
Los vocales Nuria Díaz, Juan Martínez Moya, Clara Martínez de Careaga, Juan Manuel Fernández y Álvaro Cuesta han anunciado la formulación de un voto particular.
El CGPJ inicia así un nuevo capítulo durante el cual se espera que el próximo 4 de diciembre cumpla cinco años en funciones, los mismos que con el mandato vigente, una situación inédita.
La expectativa de cambio político tras las elecciones generales del pasado domingo había avivado la esperanza de renovación en el seno del Consejo, si bien la incertidumbre que ha seguido al 23-J ha disipado estas esperanzas.
Los vaivenes que ha sufrido en estos casi diez años han propiciado que, en 2013, comenzara su andadura con 20 vocales más su entonces presidente, Carlos Lesmes, y que ahora cuente solo con 16 vocales, entre ellos su presidente interino.
Por el camino, ha sufrido las jubilaciones de Rafael Fernández Valverde y Mozo, las dimisiones del propio Lesmes —con la intención de forzar el acuerdo político— y Concepción Sáez y el fallecimiento de Victoria Cinto.