Las declaraciones del presidente de Iberdrola, Ignacio S. Galán, durante la junta de accionistas del 30 de mayo, han cobrado más relevancia tras la crisis energética vivida. Durante su intervención, Galán ha respondido a las acusaciones de la presidente de Redeia, Beatriz Corredor, que «Red Eléctrica es la responsable de mantener las luces encendidas».
Según fuentes del sector energético, el Gobierno y Redeia habrían presionado a compañías como Iberdrola, Endesa, Repsol y Naturgy para asumir de forma conjunta la responsabilidad del apagón. La propuesta incluía construir una versión consensuada del suceso, un «megasuceso» con múltiples causas, que diluyera la responsabilidad, evitando que Redeia quedara como único foco de culpa. No obstante, las compañías se negaron a asumir esta narrativa compartida.
El desencuentro ha derivado en una ofensiva institucional. A partir de la segunda semana de mayo, técnicos del CNI, el Incibe, el CNPIC y la Oficina de Coordinación de Ciberseguridad han visitado las sedes de las principales eléctricas en busca de información vinculada al incidente. Según un alto ejecutivo, la presión incluye el análisis de millones de datos por parte de firmas especializadas en inteligencia artificial, con el fin de construir una narrativa que justifique la distribución de responsabilidades.