«Tengo un problema de espalda y me hacen dar la vuelta para llegar al hotel que lo tengo ahí mismo», dice una señora con movilidad reducida.
La Gran Vía de Madrid celebra la Navidad con el cierre del tráfico para los no residentes y con un carril adicional por sentido para los peatones, que además deben transitar en una única dirección por las calles Preciados y Carmen.
El último experimento de @ManuelaCarmena, las calles de un solo sentido para peatones, ya ha comenzado a funcionar. Y los ciudadanos están encantados, como se puede observar. pic.twitter.com/KSwu5XteQO
— Mi otro yo 🇪🇸 (@Miotroyo2parte) 2 de diciembre de 2017
La medida ha sido muy criticada por el PP, que recuerda que en la capital entran y salen 400.000 vehículos al día y por la Gran Vía pasan 40.000. «Si no se dan alternativas de movilidad el resultado que vamos a tener es más atasco en Madrid, es decir, más contaminación», ha dicho la formación, antes de señalar que tocar la gran artería supone «tocar Madrid» y que «merece un debate entre todos sobre modelo de ciudad y no un debate ideológico».
«Ni los burros. Es una verdadera gilipollez y una tomadura de pelo. Nos tratan como animales». Es el testimonio de un viandante compartido a través de las redes sociales.
La medida indigna a turistas y residentes, que no la comprenden. La han tildado de «vergonzosa»: «En ninguna parte del mundo he visto esto. Es incomprensible. Tengo un problema de espalda y me hacen dar la vuelta para llegar al hotel que lo tengo ahí mismo», dice una señora con movilidad reducida.
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