El exministro y actual diputado socialista, José Luis Ábalos, se niega a dimitir. Aferrado a su escaño con el objetivo de mantener su aforamiento, el socialista ha desacatado la exigencia de la Ejecutiva del PSOE. El que fuera hombre de confianza de Pedro Sánchez y secretario de Organización de Ferraz, ha asegurado en una rueda de prensa que no va a dejar su acta de diputado.
«Me gustaría comenzar con la defensa de mi honorabilidad ante la opinión publica y ante la militancia del Partido Socialista. Siempre he contado con el apoyo y el afecto de tantos militantes que me han aportado mucha generosidad», ha comenzado diciendo el diputado socialista en la rueda de prensa en el Congreso de los Diputados.
«Quiero defender mi reputación como diputado hasta las últimas consecuencias. Me gustaría defenderme respaldado por la dirección de mi partido, creo que hubiera sido lo correcto y habría satisfecho más a la militancia de mi partido. Creo sinceramente que tras haber servido a nuestro país como ministro y habiendo ayudando a cohesionar la militancia como secretario de organización, me hubiera gustado contar con el apoyo de mi partido. No ha sido así. No ha sido posible», ha continuado en su intervención.
Precisamente por todo esto, el exministro Ábalos ha comparecido «para anunciarles la decisión más importante de mi vida política». «Me debo a las personas que me aprecian y que me han dicho que siga adelante, que no me rinda y que defienda mi honorabilidad. No estoy acusado de nada ni formo parte de ninguna investigación en curso, ni tampoco tengo ningún enriquecimiento ilícito».
En este mismo sentido, Ábalos ha explicado que «por mi parte tendrán toda mi colaboración para aclarar lo que haga falta. Por lo tanto, en lo que respecta a mí, no figuro ni en la querella ni en el auto judicial. Por eso quienes exigen mi expulsión de la política apelan a una supuesta ética pero no dicen nada de mi cancelación civil y mi sacrificio público. Una ética que no concierne a todos, que justifica lo propio y codena lo ajeno, no es una ética compartida, no es una ética pública».
«Si yo renunciara y más en este momento, se interpretaría como un signo de culpabilidad que no asumo. Sólo provocaría mi estigmatización. Así que privado de la oportunidad de hallar la mejor solución compartida, les quiero anunciar que, ante la necesidad de defenderme y restituir mi honor como diputado socialista y persona, he decidido pasar al Grupo Mixto para seguir defendiendo mis ideas», ha abundado en su intervención.
El hasta ahora diputado socialista, además, ha manifestado que «como comprenderán no es una decisión fácil para mí. Es muy dura y muy difícil en lo personal, pero que sin embargo no atiende exclusivamente a motivaciones personales. Rendir un tributo a la cacería de la derecha como ha hecho la dirección de mi partido no me permitiría defender mis ideas. Ahora pretenden echarme a la calle por la puerta de atrás. Ante esto, no puedo rendirme, no puedo complacerles. Tengo que defenderme a todos los niveles».
«He venido solo en mi coche. No tengo secretaria. No tengo a nadie detrás. Me enfrento a todo el poder político yo solo. Soy un mero peón que se inserta en una lucha política sin reglas. La cacería de algunos pseudomedios parece que ahora se ha legitimado y eso justifica que se redoblen los ataques», ha explicado.
Así, explicando que «no voy a responder a las preguntas de los periodistas, quiero cerrar este episodio con unas últimas palabras dirigidas a los magníficos diputados y las magníficas diputadas del Grupo Parlamentario socialista. Quiero despedirme con todo mi afecto y mi gratitud».
Sobre las 11:30 de la mañana del lunes, la portavoz de la Ejecutiva Federal del PSOE, Esther Peña, declaró en rueda de prensa haber solicitado al diputado Ábalos la entrega de su acta «en las próximas 24 horas». «Por unanimidad, hemos solicitado su acta. Sabemos que no está imputado ni su nombre figura en la investigación que todos conocen. No nos erigimos en jueces. No somos fiscales. No juzgamos. Pero a pesar de todo, la Ejecutiva Federal considera que sí existe una responsabilidad política», zanjó.
Veinticuatro horas después, y pasado el plazo impuesto por su propio partido, el exministro ha anunciado que permanecerá en el Congreso de los Diputados. Fuentes consultadas barajaban la posibilidad de que Ábalos abandonase la bancadas socialista pero no así el escaño: «Necesita el aforamiento, en cuanto abandone el acta, está condenado». Una tesis que finalmente se ha cumplido.
Hace apenas unos días el diputado explicó que la dimisión no estaba en sus planes: «De momento no, pero estoy abierto a hablarlo en el marco de un objetivo, de un propósito, de una estrategia para ejemplarizar la vida pública». Sin embargo, Ábalos también manifestó su lealtad con el PSOE e incluso que podría estar dispuesto a sacrificarse por el partido: «Sánchez sabe que soy leal».
Hoy, sin embargo, José Luis Ábalos ha perdido su lealtad con el partido y no ha acatado la decisión que «por unanimidad» tomó el lunes la Ejecutiva Federal. Así, tal y como informó el propio partido, todo apunta que el PSOE expulsará a su exsecretario de Organización y le suspenderá la militancia. Un final poco esperado para el que fue hombre fuerte de Ferraz y a partir de hoy estará en la bancada del grupo mixto del Congreso.
