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La hipocresía del PSOE con Catar: de agradecer la «hospitalidad» del país a lucir un brazalete LGTBI

Patxi López con Tamim Bin Hamad Al Thani. Europa Press
Patxi López con Tamim Bin Hamad Al Thani. Europa Press

El portavoz del Partido Socialista en el Congreso, Patxi López, y otros diputados socialistas entraron este miércoles al pleno del Congreso de los Diputados con un brazalete arcoíris coincidiendo con el inicio del partido de España en el Mundial de fútbol de Catar, donde la FIFA ha prohibido que los futbolistas luzcan esta insignia «en defensa de los derechos LGTBI».

«Mostramos así nuestro compromiso con las personas #LGTBI donde son perseguidas por amar a quienes quieren», escribió la formación en un tuit acompañado con un vídeo en el que se ve como un grupo de diputados socialistas coloca el brazalete a López.

El gesto, además de ridículo ya que no tiene ninguna trascendencia real, olvida a otros colectivos también perseguidos en Catar como el de las mujeres o el de los trabajadores inmigrantes. Pero eso no es todo, lo más llamativo e hipócrita de la acción está en que ese mismo PSOE que vistió ayer un brazalete LGTB en la Cámara baja, también recibió hace apenas unos meses, en el mes de mayo y con honores, al emir del país del Golfo Pérsico.

En aquel momento, el Gobierno de Pedro Sánchez no escatimó en agasajos para el emir, Tamim bin Hamad Al Thani, que protagonizó una visita de Estado de dos días –la primera de un jefe de estado qatarí desde 2011–. El encuentro tuvo trato preferencial; el jeque fue recibido con honores en la Cámara Alta por la presidenta del Congreso de los Diputados, Meritxell Batet, y el presidente del Senado, Ander Gil, y se le otorgaron las medallas de honor de ambas cámaras. Además, el Ejecutivo le concedió el Collar de la Orden de Isabel la Católica, una condecoración aprobada en el Consejo de Ministros unos días antes de su llegada.

Por su parte, la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, firmó un acuerdo económico con Catar y aceptó posar ante las cámaras rodeada únicamente de hombres –una opción que había declinado en anteriores ocasiones por ser la única mujer–. A Calviño solo le costó una semana cambiar de opinión.

«Es una visita oportuna y necesaria», justificó entonces el Gobierno, aludiendo al escenario de crisis energética en Europa y al objetivo de conseguir garantizar el suministro de gas a través de la vía catarí, después de la crisis iniciada con Argelia –el principal proveedor de gas a España– por el giro dado por el Gobierno con respecto al Sáhara Occidental.

Antes de esta reciente visita, en 2011, Hamad Bin Jalifa al-Thani, entonces emir de Catar y padre del actual líder del país, mantuvo un encuentro en el Palacio de la Moncloa con otro socialista: el entonces presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. Pero no fue el único que en aquel momento intentó estrechar los lazos entre España y la dictadura islamista.

Aprovechando la coyuntura, Patxi López, hoy «defensor de los derechos LGTBI» –brazalete arcoíris en el Congreso incluido–, viajó en 2011 a Catar, acompañado de ochenta empresarios vascos y una carta del Rey, para recomendar al país las empresas del País Vasco.

«Es un verdadero honor que nos haya recibido aquí para disfrutar de esta hospitalidad que demuestra usted y su país«, le dijo el socialista vasco al emir, entonces príncipe heredero. Unas declaraciones que contrastan frontalmente con las defendidas este miércoles por el PSOE en los pasillos del Congreso: «Le sacamos la bandera roja a la LGTBIfobia con nuestro portavoz».

Se le debe haber olvidado al portavoz del PSOE la «hospitalidad» catarí.

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