El pasado jueves dos personas murieron y otras tres resultaron heridas en un tiroteo en el barrio de Sint-Gillis de Bruselas, un hecho que ha puesto de manifiesto la creciente problemática de la violencia relacionada con el narcotráfico en la ciudad.
Jurgen de Landsheer, jefe de Policía de la zona policial de Bruselas-Sur, ha hecho un llamado urgente a la acción y prevención a nivel (también) social, y no ha descartado que el asesinato fuera una represalia por una reciente operación policial en el distrito de Peterbos (Anderlecht), donde se desmanteló una banda de narcotraficantes. «Estamos haciendo un buen trabajo combatiendo a esas bandas», reconoció De Landsheer.
Para el jefe de policía, la lucha contra el narcotráfico debe continuar «de manera coordinada». «En cada acción (contra el narcotráfico) encontramos ametralladoras pesadas y armas pequeñas. Debemos seguir abordando esto». Asimismo, ha alertado de la presencia de menores extranjeros ilegales vendiendo droga por 120 euros. «Son un nicho para las bandas de narcotraficantes».
En España, el Gobierno de Canarias propuso hace casi dos meses la creación de un banco europeo de familias «acogentes» de menas y presentó en el Parlamento Europeo un protocolo con 18 medidas para atenderles.
