El desconcierto en la militancia socialista es total ante el «caso Koldo», la trama corrupta del que fue asesor y mano derecha del exministro de Transportes y exsecretario de Organización del PSOE José Luis Ábalos.
El PSOE le pidió que dejara el acta, pero Ábalos se negó y ha pasado al Grupo Mixto, para «seguir defendiendo» sus ideas «con libertad de criterio» y «ojala también asistir al final de esta partida obligando a quienes ahora pretenden echarme por la puerta de atrás a mirarme a la cara», manifestó en rueda de prensa este martes.
Este miércoles ha lamentado que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, cambiase de opinión respecto a su dimisión, y le ha acusado de ceder a la «presión mediática» y al «sensacionalismo» que ha envuelto al caso de corrupción del que fuera su asesor, Koldo García, por mordidas en la venta de mascarillas durante la pandemia.
En una entrevista en Onda Cero, ha revelado que cuando se conocieron las primeras detenciones por el caso Sánchez no vio motivos para pedir su dimisión, pero después «pasó algo» que cambió su opinión, haciendo referencia a «la presión, el sensacionalismo, los titulares, el escándalo».
Mientras, la militancia se dice «atónita» y «boquiabierta», y cargos críticos con la deriva de Ferraz señalan al secretario de Organización, Santos Cerdán: «Lleva tres años riendo las gracias a Ábalos», afirman. Y añaden que si el exministro acaba en el Grupo Mixto es porque Cerdán, que fue también el negociador del PSOE de la investidura y de la amnistía con el prófugo Carles Puigdemont, ha sido incapaz de llegar a un acuerdo beneficioso para ambas partes.