«Ser es defenderse», RAMIRO DE MAEZTU
decimocuarta renovación parcial del tribunal de garantías

Los cuatro nuevos magistrados del TC toman posesión y consuman la renovación progresista

El Rey junto a los nuevos magistrados del Tribunal Constitucional, Juan Carlos Campo, Laura Dƭez Bueso, Marƭa Luisa Segoviano y CƩsar Tolosa TribiƱo. Europa Press
El Rey junto a los nuevos magistrados del Tribunal Constitucional, Juan Carlos Campo, Laura Dƭez Bueso, Marƭa Luisa Segoviano y CƩsar Tolosa TribiƱo. Europa Press

Los cuatro nuevos magistrados del Tribunal Constitucional (TC) —Juan Carlos Campo, Laura DĆ­ez, MarĆ­a Luisa Segoviano y CĆ©sar Tolosa— han tomado posesión de sus cargos este lunes, en un acto solemne que ha servido para consumar la renovación parcial del TC, pendiente desde el pasado 12 de junio.

El presidente saliente, Pedro GonzƔlez-Trevijano, ha impuesto a los reciƩn llegados la medalla de magistrado del TC, simbolizando asƭ su desembarco en la corte de garantƭas.

El exministro Juan Carlos Campo y la ex alto cargo de Moncloa Laura Díez, designados por el Gobierno el 29 de noviembre, sustituyen a GonzÔlez-Trevijano y Antonio NarvÔez; mientras que María Luisa Segoviano, expresidenta de la Sala de lo Social del Tribunal Supremo (TS), y César Tolosa, hasta ahora presidente de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del TS, a los que postuló el CGPJ el 27 de diciembre, reemplazarÔn a Juan Antonio Xiol y Santiago Martínez-Vares.

Los cuatro candidatos ya juraron o prometieron el cargo ante el Rey el 31 de diciembre, despuĆ©s de que el Pleno del TC les diera su placet tras comprobar que cumplĆ­an los requisitos legales para el puesto –ser ciudadanos espaƱoles; magistrados, fiscales, abogados, profesores universitarios o funcionarios pĆŗblicos; y Ā«juristas de reconocida competencia con mĆ”s de 15 aƱos de ejercicio profesional o en activo en la respectiva funciónĀ»–.

La toma de posesión de este 9 de enero era el último acto solemne que debían llevar a cabo los cuatro magistrados para consumar la que es la decimocuarta renovación parcial del Tribunal Constitucional.

Con ello, se ha producido un cambio en el equilibrio de fuerzas en el TC, ya que pasa de una mayorĆ­a conservadora –de 6 magistrados frente a 5– a una progresista mĆ”s holgada –de 7 a 4–.

Cabe recordar que aún estÔ vacante la plaza de Alfredo Montoya, que renunció el pasado verano por motivos de salud. Este magistrado fue nombrado por el Senado, por lo que debe ser la CÔmara Alta quien designe a su sustituto mediante un proceso de selección que ya ha puesto en marcha.

AdemƔs, se da la circunstancia de que dos de los magistrados salientes, GonzƔlez-Trevijano y Xiol, ostentaban la Presidencia y la Vicepresidencia del TC, respectivamente, por lo que habrƔ que elegir a los nuevos titulares de estos cargos.

Tras la partida de GonzÔlez-Trevijano, el magistrado de mayor antigüedad, Ricardo Enríquez, ha asumido de forma interina las funciones de presidente para convocar un primer Pleno donde se votarÔ al presidente y al vicepresidente.

Hasta ahora, los dos nombres que han trascendido para presidir el Constitucional son los de CƔndido Conde-Pumpido y Marƭa Luisa Balaguer, ambos del ala progresista.

En las últimas semanas, se han producido contactos informales para tantear el terreno pero las fuentes de la corte de garantías consultadas aseguran que no serÔ hasta después de la toma de posesión cuando ambos bloques, progresista y conservador, se reúnan para lanzar candidatos formales.

Las citadas fuentes avanzan que, probablemente, el Pleno para elegir al presidente y al vicepresidente se celebrarƔ el martes, por lo que cabe esperar que los contactos de los aspirantes definitivos con los demƔs magistrados se sucedan en esas 24 horas con el objetivo de lograr los apoyos suficientes.

Las fuentes subrayan que los recién llegados serÔn «determinantes» para decantar la balanza, de ahí la importancia de las negociaciones que se produzcan una vez hayan tomado posesión de sus cargos.

La votación serÔ secreta y requerirÔ mayoría absoluta pero, si no hubiera fumata blanca, se procederÔ a una segunda votación que se resolverÔ por mayoría simple. En caso de empate se harÔ una última votación y, de persistir las tablas, se propondrÔ para el cargo al magistrado de mayor antigüedad: Enríquez.

Una vez seleccionados, los candidatos a presidente y vicepresidente del TC se elevarƔn al jefe de Estado, a quien corresponde realizar dichos nombramientos para un periodo de tres aƱos, renovable solamente por otros tres.

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