El Ministerio del Interior se ha lanzado de golpe a comprar nuevo material antidisturbios coincidiendo con las protestas masivas contra el PSOE en toda España, y especialmente focalizadas en la madrileña calle de Ferraz frente a la sede nacional del partido. El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha tomado en consideración por fin algunas de las reivindicaciones de la Policía tras años de ignorarlas, haciendo caso omiso, por ejemplo, a la compra de nuevos chalecos antibalas, a la equiparación salarial con las policías autonómicas o la mejora de las instalaciones.
En concreto, y según ha podido saber Vozpópuli, Interior ha licitado la compra de veinte escopetas de calibre 40 milímetros que sirven para lanzar gases lacrimógenos o pelotas de goma. Aunque según el Ministerio la compra no se debe a las protestas contra Pedro Sánchez, sino que forman parte del plan anual de compras para la Policía.
Además, con esta licitación, Interior podría tratar de aplacar las críticas internas por las órdenes políticas que se vienen sucediendo tras los altercados entre antidisturbios y manifestantes en Ferraz, al haberse gaseado con lacrimógenos, golpeado y acribillado con bolas de goma a manifestantes pacíficos entre los que había menores y ancianos.
Las últimas críticas se producían el pasado sábado por parte del sindicato Jupol, mayoritario en la Policía Nacional, que denunciaba de nuevo que recibieron «ordenes políticas» por parte del Gobierno durante el dispositivo policial desplegado el viernes frente a las manifestación que tuvo lugar frente a la sede nacional del PSOE contra la ley de amnistía.
En un comunicado, Jupol solicitaba al Ministerio del Interior y a la Delegación del Gobierno en Madrid que «no vuelvan a dejar abandonados a los policías» anteponiendo «intereses políticos» a la «realidad de la calle» y al criterio operativo de las Unidades de Intervención Policial (UIP).