El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha ordenado investigar a los guardias civiles pertenecientes a la Asociación APROGC, que en las últimas horas han expresado en un comunicado su «profunda preocupación» por el pacto entre PSOE y partidos independentistas catalanes en lo relativo a la ley de amnistía en un comunicado en el que recuerdan su juramento «ante la Bandera como militares», por el que están «dispuestos a derramar hasta la última gota de sangre en defensa de la soberanía e independencia de España y de su ordenamiento constitucional».
Mientras Interior no ha sido capaz todavía de dar ninguna explicación sobre el atentado sufrido este jueves en Madrid por el expolítico de VOX Alejo Vidal-Quadras, tiroteado en la cara en pleno barrio de Salamanca, Marlaska sí ha encontrado tiempo para abrir ya una investigación a los miembros de la asociación pro-Guardia Civil. La frase que ha molestado al ministro la pronuncian los agentes en su juramento al ingresar en el Cuerpo.
APROGC recordaba la lealtad de los guardias civiles a la Constitución y a la ley, pero señala que el acuerdo para la investidura de Pedro Sánchez supone «vaciar de contenido la misión constitucional encomendada a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, especialmente la policía judicial».
En este sentido, mostraron su apoyo a los jueces que ejercen de «barrera frente a inspiraciones totalitaristas», por lo que esperan que estos últimos «encuentren el camino para preservar el Estado de Derecho». El comunicado comienza recordando que la Guardia Civil ha sido «siempre un cuerpo obediente» y que rechazan «conspiraciones».
APROGC cita el artículo 104 de la Constitución que encomienda a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad la misión de proteger el libre ejercicio de los derechos y libertades públicas y garantizar la seguridad ciudadana.
«En segundo lugar, la forma de hacerlo está condicionada por nuestro juramento ante la Bandera como militares que somos: estando dispuestos a derramar hasta la última gota de nuestra sangre en defensa de la soberanía e independencia de España y de su ordenamiento constitucional», señalan.
«Estamos para cumplir y hacer cumplir la Ley sin interferir en los legítimos cambalaches de la política y de los políticos», dicen antes de mostrar su «enorme tristeza y desolación». «Los guardias civiles nos preguntamos cuándo volveremos a tener jefes que se sometan al imperio de la ley en lugar de estudiar sus fisuras», se preguntan.
La asociación cuestionó las «purgas políticas de al menos seis coroneles y dos tenientes coroneles, con manifiesto desprecio de la legalidad y la tradición». La Guardia Civil, al ser un cuerpo de naturaleza militar, depende en la actualidad tanto del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, como la ministra de Defensa, Margarita Robles, ambos jueces de carrera.
Por este motivo, se pregunta por los efectos que tendrá el pacto con Junts y ERC debido a que se lanza un «mensaje de impunidad y fomento de la desatención de las normas». «Se pretende instaurar la ley del más poderoso. ¿Si nuestros máximos responsables no se someten a los principios fundamentales del Estado de Derecho, cómo se pretende que el ciudadano lo haga?», prosiguen.
«Los guardias civiles no podemos decir que la prosperidad de la arbitrariedad como forma de gobierno sea una sorpresa», continúan, tras censurar que se «impuso el silencio, como en otras instituciones, infundiendo miedo a hablar en la Guardia Civil».
La asociación también recela de la ley de amnistía que beneficiaría al expresidente catalán Carles Puigdemont atendiendo al antecedente de la ley de amnistía aprobada en 1977, antes de la aprobarse la Constitución.
«La historia evidenció hace 46 años que la amnistía a condenados por terrorismo no hizo más que reafirmar su vocación y aumentó el número de atentados», dicen en alusión a ETA, subrayando que esto «no anima a descartar una nueva crisis de convivencia y quiebra del Código Penal en todas sus posibilidades en Cataluña».