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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

El nuevo intento de Podemos y del PSOE de acorralar a Rajoy por la corrupción

¿Nuevo ‘reto’ para Mariano Rajoy? De poco le ha servido al presidente del gobierno su discurso autocomplaciente sobre su gestión de este viernes. El líder del PP continúa acorralado por la oposición por lo mismo de siempre: la corrupción.
A pesar de su ‘satisfacción’ por haber ‘cumplido con su obligación’ declarando el pasado miércoles en la Audiencia Nacional como testigo de la trama Gürtel no ha conseguido que la oposición vea con los mismos ojos “sus esfuerzos por combatir contra esta lacra”.
El líder del PSOE no dudó, en plena rueda de prensa, en volver a pedir la dimisión del presidente del gobierno por “decencia” aunque finalmente ha decidido unirse a las reivindicaciones de Pablo Iglesias y pedir la comparecencia urgente de Mariano Rajoy en el Congreso para que vuelva a dar la cara sobre las irregularidades de su partido.
Es el primer acuerdo en firme al que han llegado las dos formaciones de izquierdas después de sentar las bases para una alianza parlamentaria que parece que empieza a dar sus frutos. O casi, porque la aritmética parlamentaria vuelve a poner en entredicho la viabilidad de la iniciativa.

¿Cómo es el procedimiento?

La petición de la comparecencia en un pleno extraordinario busca presionar a Mariano Rajoy para que explique por qué se niega a asumir responsabilidades políticas por los casos de corrupción. Sin embargo, para que salga adelante, tanto Podemos como el PSOE necesitan iniciar una negociación con el resto de las fuerzas para conseguir una mayoría simple en la Diputación Permanente.
Una vez más, la decisión final vuelve a depender del partido de Albert Rivera y Ciudadanos. ¿El motivo? El organismo está formado por 65 parlamentarias, 25 de los cuales son del Partido Popular, 15 del PSOE, 12 de Podemos, 6 de Ciudadanos, 2 de ERC, uno del PNV y cuatro del Grupo Mixto.
Por lo tanto, las dos formaciones de izquierda deberían pelear por conseguir el voto a favor de la formación morada a pesar del enfrentamiento constante entre Podemos y Ciudadanos y que ya empezó a vislumbrarse cuando se negaron a pactar para hacer a Pedro Sánchez presidente.
En el caso de que los diputados de Albert Rivera decidan votar en contra de la comparecencia el resultado sería 32 a 32 por lo que se necesitaría oficialmente el voto a favor del PNV para que Mariano Rajoy volviera a protagonizar un pleno marcado por la corrupción como ya ocurrió en la sesión de moción a la que fue sometida por Podemos.

¿Qué ocurre si se aprueba la iniciativa de PSOE-Podemos?

La presidenta del Congreso, Ana Pastor, tendrá que convocar el pleno extraordinario antes del 31 de agosto. No obstante, si la propuesta es rechazada, los representantes de Podemos tendrán otra oportunidad y podrán llevar la iniciativa de comparecencia a la Junta de Portavoces en la que se encuentran todos los grupos.

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