PNV y PSOE han alcanzado un preacuerdo de Gobierno para la legislatura, mes y medio después de las elecciones autonómicas en el País Vasco del pasado 21 de abril. Este acuerdo de bases se anunció a última hora de la tarde del lunes, apenas diez días antes del pleno de investidura en el Parlamento Vasco, el próximo 20 de junio, en el que el candidato del PNV, Imanol Pradales, será elegido lehendakari.
El documento Bases para el acuerdo para avanzar en bienestar, progreso, autogobierno y la transformación de una Euskadi global empezó a negociarse el 29 de abril y ha sido remitido a las Ejecutivas de ambos partidos para su ratificación. La militancia del PSOE y la Asamblea Nacional del PNV deberán aprobar el documento para reeditar el acuerdo de coalición de la legislatura recién concluida. Por ahora, no se ha desvelado cómo se repartirá el nuevo Ejecutivo, aunque el PSE busca ganar peso tras mejorar sus resultados en las elecciones autonómicas.
Uno de los puntos clave del acuerdo es la necesidad de negociar un nuevo «pacto estatutario» tanto en el País Vasco como con el Estado, para un futuro autogobierno. Tras su aprobación en las Cortes Generales, el nuevo estatuto vasco sería sometido a votación por el «pueblo vasco» para su ratificación.
El primer bloque programático, titulado las personas en el centro, aborda temas como la sanidad pública. PNV y PSOE se comprometen a garantizar una sanidad pública «universal, dimensionada y de máxima calidad» para que sea una «referencia europea». También anuncian un pacto por los cuidados y medidas para mejorar el acceso a la vivienda de los jóvenes, acelerar su emancipación y situar a la escuela pública como «referente». En cuanto al euskera, se favorecerá «el aumento de su uso en todos los ámbitos de la vida».
En convivencia, memoria y derechos humanos, se fijan cuatro pilares esenciales: la deslegitimación de la violencia, el reconocimiento integral de todas las víctimas de vulneración de derechos, la construcción de una memoria inclusiva crítica y ética, y la defensa de la igualdad y diversidad LGTBIQ+ como «pilar fundamental en la construcción de una sociedad más justa», junto con la lucha contra la violencia machista.
El acuerdo también se centra en la transformación energética y la sostenibilidad, estableciendo como prioridades avanzar hacia la «neutralidad de carbono» y mejorar la autonomía energética del País Vasco. Se apuesta por la movilidad sostenible en el transporte público, una economía circular que reduzca el consumo de materias primas y una agenda urbana para 2050.
Finalmente, PNV y PSOE se comprometen a completar el desarrollo del actual Estatuto de Gernika, señalando que cerca de una treintena de materias aún no han sido transferidas al Gobierno vasco. Además, el acuerdo programático es visto como esencial para construir la «Euskadi del futuro», mejorando el bienestar de la ciudadanía, garantizando el progreso y la cohesión social, y profundizando el sistema singular de autogobierno a través de un nuevo pacto estatutario.