«El Gobierno siempre puso como condición para cambiar la política penitenciaria la disolución de ETA”, recuerda el lehendakari vasco.
Con la ‘disolución’ de la banda asesina ETA en todas las portadas de periódico, las declaraciones del lehendakari Iñigo Urkullu sobre la ‘sensibilidad’ del Gobierno de Rajoy a un cambio de política penitenciaria son de una relevancia incuestionable.
El lehendakari habla, en una entrevista concedida a El País, de un contacto “permanente” con el Ejecutivo de Rajoy. Y habla, además, del esfuerzo por conseguir el acercamiento de los presos de ETA al País Vasco. Mientras, el coordinador general del PP niega cualquier conversación relativa a los presos vascos con el PNV y señala que no habrá concesiones por la disolución de la banda terrorista. ¿Quién no dice la verdad?
Preguntado sobre si es necesaria otra política penitenciaria una vez anunciada la disolución de ETA, el lehendakari lo tiene claro: “No solo por el final de ETA. Obedece a un deseo mayoritario de la sociedad vasca desde hace décadas. Dentro de la legislación vigente puede gestionarse de otra manera la política penitenciaria”.
La siguiente pregunta es obligada: ¿Habrá pronto un acercamiento de presos? La respuesta, también contundente: “Trabajamos por ello con el Gobierno español”.
Tercera cuestión: ¿Rajoy es sensible a ese cambio en la política penitenciaria?
La respuesta de Urkullu, de nuevo, concisa: “Tanto el presidente como quienes gestionan la política penitenciaria son conscientes de lo que hablamos. Rajoy es sensible a ello. El Gobierno siempre puso como condición para cambiar la política penitenciaria la disolución de ETA”. Respuestas que se dan, subrayamos, en un marco de constante comunicación entre el Gobierno vasco y el Ejecutivo nacional.
Vamos ahora con la lectura que de estas declaraciones hace el Partido Popular:
El coordinador general, Fernando Martínez-Maíllo, insiste en no hay “ningunas conversaciones” con el PNV tendentes ni al acercamiento de presos de ETA ni a ninguna otra “compensación” a la banda terrorista por anunciar su disolución.
Maíllo, que critica el “fin de ETA en fascículos”, denuncia que la banda quiera cambiar “el relato de lo que sucedió, que es que hubo unos asesinos que mataron”. A fecha de hoy, ha insistido Maíllo, no existe ningún planteamiento en términos de negociación dirigida al acercamiento de presos de ETA.
Teniendo en cuenta que el portavoz del partido en el Parlamento vasco, Borja Semper, sugirió cambiar algunos protocolos para los presos etarras y que el Gobierno ha conseguido el apoyo del PNV para los Presupuestos Generales del Estado, las afirmaciones de Urkullu no parecen inverosímiles, pero Maíllo insiste: “El PP no ha tomado ninguna decisión en términos de compensación a ETA, que ha sido derrotada por la democracia y el Estado de derecho”.
Sólo el tiempo dirá quién decía la verdad, si el lehendakari Urkullu o el PP de Mariano Rajoy.
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