«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Rouco Varela: 'No se puede romper España si se vive cristianamente'

El cardenal dice que colocar urnas en una iglesia -como hizo el separatismo en el referéndum ilegal del pasado 1 de octubre- «está prohibido por el Derecho Canónico» y censura la sectaria ley de Memoria Histórica.


El expresidente de la Conferencia Episcopal y actual arzobispo emérito de Madrid ha asegurado, Antonio María Rouco Varela, ha asegurado que «el independentismo no concilia con la conciencia católica» y que colocar urnas en una iglesia -como hizo el separatismo en el referéndum ilegal del pasado 1 de octubre- «está prohibido por el Derecho Canónico».
«Se trata de un uso profano de un lugar sagrado. Y en este caso, además, implica una actuación que choca con las obligaciones de la Iglesia de respetar el orden jurídico legítimo y legítimamente establecido», dice.
En una entrevista concedida a El Mundo, Rouco explica que «el mantenimiento del orden constitucional garantiza el bien común, y guardar esto es un deber moral para los ciudadanos». En este sentido, señala que no puede ser que una parte de los ciudadanos «quieran romper unilateralmente la unidad de la comunidad política (España)». «No lo deben hacer si viven cristianamente», añade, antes de asegurar que «España es un bien moral superior». Lo argumenta así: «Si España es el nombre de la realidad histórica concreta (…) debes de cuidar su unidad en la justicia, en la solidaridad, en el amor y en la paz. Y no puedes decir que te vas, que rompes unilateralmente con ella porque estás rompiendo un bien muy decisivo para ti y para los demás».
En la entrevista, se refiere al juicio a «La Manada» por una presunta violación grupal a una joven madrileña ocurrida durante las fiestas de San Fermín del 2016 y culpa al «ambiente general respecto a la moral personal y la moral sexual»: «A mí no me extraña que en el ambiente general respecto a la moral personal y la moral sexual (…) de un relajamiento ético sin fronteras ni privadas, ni públicas, suceda lo de Pamplona. Que se den estos casos tan brutales, tan lamentabilísimos». En esta línea, llama a «sanar las raíces humanas y espirituales de las que se alimentan estas conductas de jóvenes» que tilda de «barbaridad sin paliativo alguno».
Habla también de la sectaria ley de Memoria Histórica impulsada por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y mantenida por Mariano Rajoy. Dice que «no es lo más oportuno que se haya podido hacer en el arranque del siglo XXI» en nuestro país, recuerda «la reconciliación efectiva entre los españoles con la Constitución» y pide «dar por finiquitada la visión de las dos Españas».
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