El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, realizó este miércoles un viaje oficial a Marruecos, acompañado por el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, y en el que mantuvo un encuentro con el rey Mohamed VI y con el jefe de Gobierno del Reino de Marruecos, Aziz Akhannouch.
Es el quinto viaje que el dirigente socialista realiza a Marruecos —este por sorpresa— en un momento en el que España sufre la mayor avalancha de inmigrantes ilegales en un inicio de año (14.000 en poco más de mes y medio) y con miles de agricultores denunciando en todas las calles de España la «competencia desleal» que ejerce Marruecos.
Sánchez resaltó que las relaciones bilaterales con el país alauí —«vecino, amigo y socio estratégico», según la nota de La Moncloa— «pasan por su mejor momento en décadas» e incidió en la cooperación «ejemplar» que hay con Marruecos en materia migratoria: «No tenemos en absoluto ningún reproche que hacer, como tampoco tenemos ningún reproche que hacer en el ámbito de la lucha contra el narcotráfico». Pero no comentó el plan integral para Ceuta y Melilla enmarcado en la Estrategia de Seguridad Nacional, hoy paralizado. En abril de 2022 el Ejecutivo señaló que era de carácter transversal, que requería de la participación de varios ministerios y organismos públicos, así como de las autoridades de las ciudades autónomas… y no publicó más detalles.
Así, reiteró que España es el primer socio comercial de Marruecos y defendió la participación activa de muchas empresas españolas en proyectos de gran envergadura en el país, en áreas como las infraestructuras de transporte, energías renovables o la gestión de recursos hídricos. E indicó que el Gobierno marroquí echa en falta una mayor presencia de las empresas del IBEX, cuestión que el Ejecutivo analizará. En este sentido, también dialogaron sobre la organización conjunta por España, Portugal y Marruecos del Mundial de Fútbol 2030. «Es sin duda alguna un extraordinario reto, pero sobre todo es una gran oportunidad para continuar fortaleciendo aún más los lazos de amistad entre los tres países», sostuvo.
También manifestó que para su Gobierno la Declaración Conjunta adoptada en 2022 y en la Declaración de la RAN Marruecos-España de 2023 «están en vigor». Así, Sánchez quiso reafirmar la postura expresada en su carta a Mohamed VI de apoyo al plan de autonomía marroquí para el Sáhara, «la base más seria, creíble y realista para solucionar el conflicto». «La posición de España no ha cambiado», reiteró.
El presidente del Gobierno se marchó sin una fecha concreta para la apertura de las aduanas de Ceuta y Melilla. Sánchez reconoció que por parte española «está todo listo» para que la aduana de Melilla pueda reabrir y la de Ceuta pueda empezar a funcionar, pero por parte marroquí aún quedan cuestiones que resolver (en ningún caso, según el Gobierno, obstáculos de carácter político o jurídico). Cuando se produzca la apertura la voluntad es «impulsar un comercio transparente y regular que «debe redundar en beneficio de las regiones vecinas», declararon.