La expresidenta del Parlament Carme Forcadell y la exconsejera de Trabajo Dolors Bassa critican la falta de paridad en el Govern de Quim Torra.
El presidente de la Generalitat, Quim Torra, ha dicho que «no puede ser» que los expresidentes de la ANC y Òmnium Jordi Sánchez y Jordi Cuixart, respectivamente, lleven siete meses en prisión preventiva «sencillamente por haber intentado que el pueblo de Cataluña pudiera decidir su futuro».
Así se ha manifestado tras visitar a Sánchez y Cuixart en la cárcel de Soto del Real (Madrid), donde ha entrado a las cuatro de la tarde y ha permanecido algo más de una hora y media. A su salida, ha hecho una declaración institucional ante la prensa en la que ha subrayado que Sánchez y Cuixart son dos amigos «muy queridos y muy entrañables» para él y para «muchísima gente en Cataluña», y a quienes también ha calificado de «hombres de paz, de cultura y de lucha por los derechos civiles».
El presidente hispanófobo ha lamentado que durante estos siete meses los dos dirigentes no han podido ver a sus hijos y ha valorado que, pese a ello, se mantienen firmes al pedir al pueblo catalán que hablen «de diálogo, de paz y de dignidad».
Además, ha apostillado, parafraseándoles, que «no renunciarán nunca al derecho de autodeterminación».
Por la mañana, Torra ha reiterado su «oferta de diálogo al Gobierno de España» por considerar que «esto no puede seguir así» y que «necesitan solucionar este tema», en referencia a la prisión preventiva en la que se encuentran nueve dirigentes catalanes.
Lo ha hecho tras pasar cerca de una hora en el interior del Centro penitenciario Madrid II, Alcalá Meco, donde se ha reunido con la expresidenta del Parlamento catalán Carmen Forcadell y la exconsejera de Asuntos Sociales Dolors Bassa. En una declaración sin preguntas, ha asegurado que se trata de «dos mujeres extraordinarias, valientes, que nos han transmitido todo su coraje» y que han expresado que «aguantarán si el pueblo de Cataluña aguanta», y que ellas «se sienten rehenes de la justicia».
Así, ha pedido «a todo el pueblo de Cataluña», que por favor que no las olviden y que las tengan «siempre muy presentes». Además, el presidente catalán se ha preguntado que «cómo es posible» que esté en prisión la presidenta del Parlamento de Cataluña que «sencillamente permitió que hubiera un debate», y la consejera «que únicamente cedió unos centros públicos para que el pueblo de Cataluña pudiera votar». Por eso, ha insistido en la importancia de dialogar con el Gobierno porque «esto no puede seguir así» y que «necesitan solucionar este tema».
Antes de visitar Alcalá-Meco, Torra ha estado en la cárcel de Estremera. «Los consejeros me piden que reitere en público su voluntad de acceder al cargo y que reclame al juez Llarena su puesta en libertad para la sesión del miércoles. Cataluña -continuaba Torra- está esperando a sus políticos. Políticos honestos, honorables y demócratas que hicieron lo que el pueblo les pidió que hicieran», ha dicho. Un alegato en favor de los presos políticos y del referéndum ilegal del pasado 1 de octubre que servirá, a buen seguro, para mantener el 155 que el Gobierno ha decidido no dejar caer al no publicar el nombramiento de los fugados y presos.
En este sentido, y casi en paralelo con las palabras de Torra, la vicepresidenta del Gobierno y responsable de la llamada -y fracasada- ‘operación diálogo’, ha advertido al presidente Torra de la dinámica «perversa» que está siguiendo. Dinámica que está, ha dicho Sáenz de Santamaría, «abocada al fracaso». Tras señalar que el Gobierno está «cumpliendo con su obligación» de defender los derechos de los catalanes al bloquear los nombramientos de los miembros del Govern hasta analizarlos, la vicepresidenta ha criticado la decisión de Torra de nombrar consejeros a dos presos y dos huidos, y sobre todo de impedir que tengan un responsable de Salud -por elegir para este puesto a Toni Comín, que se encuentra fuera del país-, el asunto que más importa a los ciudadanos, en su afán por «seguir provocando a la democracia».
Sáenz de Santamaría, que ha señalado que «no hace falta ser jurista» para saber que hay que analizar el hecho de que se nombre a dos consejeros que están en la cárcel y a dos huidos «que no van acudir a trabajar», no ha hecho mención al hecho de que tanto Puigdemont como Comín, los dos fugados, siguen cobrando el sueldo de diputados de la Generalitat ya que no han entregado su acta de diputados.
Rull y Turull piden salir de prisión
Los exconsejeros Jordi Turull y Josep Rull, que se encuentran en la prisión de Estremera (Madrid), han pedido poder ejercer sus respectivos cargos en el Govern tras haber sido restituidos por el nuevo presidente de la Generalitat, Quim Torra.
Rull y Turull han reclamado su puesta en libertad «para ejercer la responsabilidad que nos ha encomendado» el presidente, y lo han hecho a través de un tuit idéntico aparecido en sus respectivos perfiles de la red social. Después del encuentro mantenido con Torra han dicho dicen sentirse «honrados de recibir la visita» del presidente de la Generalitat, y han explicado que han querido hablar con él «con vestido formal y la insignia de consejeros«.
«Tenemos nuestros derechos políticos intactos y pedimos nuestra libertad para ejercer la responsabilidad que nos ha encomendado y que aceptamos», han indicado asimismo ambos, cuyos nombramientos de nuevo como consejeros no han sido publicado aún en el Diario Oficial de la Generalitat (DOGC).
Críticas de Forcadell por la falta de ‘paridad’
La expresidenta del Parlament Carme Forcadell y la exconsejera de Trabajo Dolors Bassa han criticado la falta de paridad en el Govern de Quim Torra.
Ambas presas independentistas han agradecido posteriormente, a través de un mismo comentario en Twitter, la visita del presidente Quim Torra y que «uno de sus primeros actos haya sido visitarnos en la prisión de Alcalá-Meco». Han advertido, sin embargo, que «le han manifestado que les habría gustado un gobierno paritario» puesto que el Ejecutivo decidido por Torra está integrado por diez hombres y sólo tres mujeres.
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