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DENUNCIA LA DIFERENCIA DE TRATO CON ACTOS QUE SÍ FUERON VIOLENTOS COMO "RODEA EL CONGRESO"

UFP y JUPOL exigen la dimisión del delegado del Gobierno por la violencia ejercida contra los manifestantes de Ferraz

Policías golpeando con porras a los manifestantes este lunes en Ferraz. Twitter.
Policías golpeando con porras a los manifestantes este lunes en Ferraz. Twitter.

La Unión Federal de Policía, uno de los sindicatos más representativos de la Policía Nacional, ha exigido esta mañana en un comunicado el cese del delegado del Gobierno en Madrid, el socialista Francisco Martín, tras la violencia policial ejercida en la noche del lunes contra los manifestantes pacíficos reunidos ante la sede nacional del PSOE en la madrileña calle de Ferraz.

En el documento, que han hecho público a través de Twitter, expresan que «ante los hechos acaecidos en la tarde-noche de ayer en las inmediaciones de la sede del PSOE en la calle Ferraz de Madrid, la UFP solicita el cese del delegado del Gobierno en Madrid, en base a los siguientes hechos», para a continuación explicar que «se está utilizando a la Policía Nacional de una forma partidista por parte del Gobierno para reprimir a ciudadanos que se manifiestan legítimamente».

Además, comparan la brutalidad ejercida este lunes con otras situaciones verdaderamente violentas: «En nuestro país hemos vivido situaciones bastante más graves en materia de orden público que la vivida ayer en el entorno de la sede del PSOE. Recordemos las célebres manifestaciones de «rodea el Congreso» y el asedio al que se vió sometida la Policía Nacional en Via Layetana en Barcelona con motivo del Procés. Las órdenes entonces fueron aguantar, aunque nos estuvieran literalmente masacrando, mientras que ayer se ordenó la utilización de material antidisturbios que hacía muchos años que no se utilizaba».

También resaltan en su comunicado que «la Policía está al servicio de los ciudadanos y, aunque dirigida por el poder político, no puede ser utilizada para reprimir a quienes se manifiestan en contra de decisiones de esos políticos que pueden considerar injustas, inadecuadas o ilegales. Y esto es lo que ayer se hizo».

Por su parte JUPOL, el sindicato mayoritario, criticaba el lunes un comentario de Twitter de Pedro Sánchez afirmando que los socialistas estaban siendo perseguidos en sus sedes, a las que llamaba «casas del pueblo»: Las «casas del pueblo» están siendo protegidas por quienes usted llamó «piolines«, por amnistiar a quien intentó un golpe de estado. Utilizando medios que NO fueron autorizados en Cataluña. También esta mañana exigían el cese del delegado del Gobierno: «Nuestro apoyo a los compañeros UIP que cumplen con el restablecimiento del orden público. Si se hubiera actuado con la misma contundencia en Barcelona no habrían sido heridos cientos de policías abandonados por los políticos que ahora les necesitan como escudos humanos».

Por su parte, Samuel Vázquez, presidente de Una Policía para el Silo XXI, explicaba en redes sociales que «lo de hoy —en referencia al lunes— es injustificable, habrá que hacer examen de conciencia y asumir responsabilidades, asumiendo siempre que el encargado de diseñar el perímetro y ordenar el uso de material antidisturbio y cargas es el delegado del gobierno; que no es un profesional, es este personaje», en alusión al delegado del Gobierno.

Vázquez seguía su hilo: «La fuerza utiliza debe ir en función de la violencia de los manifestantes, no se puede estar horas aguantando lluvias de adoquines y luego soltar fumígenos a la primera de cambio. Otra cosa es que estos otros dos personajes siniestros sean maestros en desfocalizar la atención para diluir la responsabilidad. Ya tienen lo que querían, a la gente enfrentándose a los policías».

Concluía su explicación mencionando que en su opinión las órdenes sí fueron legales: «Y no, ni la orden de perimetrar a 50 m ni la de lanzar fumígenos son órdenes «manifiestamente ilegales», que son las únicas que se pueden dejar de cumplir sin que te echen. Otra cosa es que no se deberían dar, pero para llegar ahí, hay que transformar el modelo policial, sobre todo los procesos de liderazgo, y por eso llevo luchando casi una década. Yo sí sé dónde está el enemigo».

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