Un grupo de individuos aprovechó la pasada noche el apagón masivo en España para atacar y vandalizar el Refugio Provida en Madrid.
El ataque llegó después de que el Ayuntamiento de Madrid de José Luis Martínez-Almeida (PP) enviara una orden de suspensión de actividades al Refugio, que opera desde 2022 para ofrecer ayuda a las embarazadas que buscan una alternativa al aborto. El plazo acaba este miércoles.
La plataforma provida debe realizar varias reformas para cumplir los requisitos exigidos: cambiar la puerta para adaptarla a las medidas legales, trasladar el baño de la planta superior a la inferior, construir un cuarto de basuras y revisar todas las tuberías para verificar su conformidad con la normativa del agua, entre otros cambios «burocráticos».
El Refugio proporciona asesoramiento legal y protección a las madres que no quieren abortar. Allí pueden hacerse una ecografía gratuita e informarse sobre ayudas y opciones que nadie les plantea para sacar adelante a su hijo. «Asusta a los centros abortistas (cada vida salvada supone 400 euros menos de ingresos), a la patronal de los negocios de la muerte y al Gobierno abortista de Pedro Sánchez. Por eso tratan de cerrarlo», señalan desde la entidad provida.