La Policía Local de Manacor ha recibido una alerta de emergencia relacionada con un grave accidente de tráfico en el que un vehículo robado había quedado destrozado cerca de las 04.00 horas de la madrugada. El conductor, un joven de aproximadamente 25 años y de origen marroquí, se encontraba atrapado en el interior y, tras ser liberado, se comprobó que había dado positivo en alcohol y en varias sustancias estupefacientes detectadas por los aparatos policiales, según adelanta el diario Crónica Balear.
Todo comenzó en un bar de la zona, donde el personal había contactado con las autoridades para informar sobre un cliente que mostraba una actitud violenta y que estaba causando disturbios. Poco después, un nuevo aviso llegó a la Unidad Territorial de Costas (UTE) de la Policía Local, señalando que un coche había sido robado y que el responsable coincidía con la descripción del cliente problemático expulsado minutos antes.
Al seguir la ruta indicada por los testigos, los agentes se dirigieron hacia carrer del Port. Justo al alcanzar una curva que cambia el nombre de la vía a carrer Sant Lluís, el conductor aparentemente perdió el control, salió de la carretera y rompió una barandilla, cayendo desde una altura de entre 2 y 3 metros. El coche quedó completamente destrozado, y el hombre atrapado en el interior.
Los servicios de emergencia, incluyendo una ambulancia del SAMU 061 y varias unidades de los Bombers de Mallorca, llegaron rápidamente al lugar. Tras ser rescatado, el joven exhalaba un intenso olor a alcohol. Fue sometido a pruebas de alcoholemia y drogas, en las que dio positivo en todas las sustancias controladas por los equipos policiales.
Finalmente, la Policía Local procedió a detenerlo y trasladó el caso a la Policía Nacional, encargada de la investigación del robo del vehículo. Aunque recibió asistencia en el lugar, el joven rechazó ser llevado a un hospital. Mientras tanto, los bomberos se ocuparon de limpiar los fragmentos del coche y la barandilla rota para devolver la normalidad a la zona.