«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Las investigaciones vinculan a los arrestados con otros dos robos con fuerza esa misma noche

Un marroquí y un brasileño que suman 121 antecedentes dejan inconsciente de una paliza a un individuo para robarle el móvil y la cartera en Navarra

Policía Foral de Navarra. Europa Press

Un ciudadano riojano de 48 años fue víctima de una brutal agresión el pasado domingo por la noche en la Calle Muro de Tudela. Dos individuos, un marroquí y un brasileño, lo interceptaron en el portal de un edificio, donde lo golpearon violentamente hasta dejarlo inconsciente, llevándose su cartera con documentos personales y su teléfono móvil. Las heridas del hombre requirieron atención médica inmediata.

El esclarecimiento de los hechos fue posible gracias a las grabaciones de cámaras de seguridad instaladas por el Ayuntamiento, que captaron tanto la agresión como la huida de los asaltantes. Tras analizar las imágenes, la Policía Local, en coordinación con la Policía Foral, logró identificar y localizar a los sospechosos en una discoteca cercana.

Los detenidos, ambos de 24 años, tienen un extenso historial delictivo: uno de ellos cuenta con 21 antecedentes, mientras que el otro acumula 100 registros policiales, principalmente relacionados con delitos de robo. Durante los cacheos realizados al momento de su arresto, se recuperaron el teléfono móvil robado a la víctima y otros objetos sustraídos esa misma noche en diferentes locales del casco antiguo de Tudela.

Además de la agresión, las investigaciones vinculan a los arrestados con otros dos robos con fuerza ocurridos esa misma noche, por los cuales se han presentado las correspondientes denuncias, ahora en manos de la Policía Foral.

El caso, instruido por el Grupo de Policía Judicial de la Policía Foral en Tudela, derivó en la presentación de los sospechosos ante el juzgado de guardia. La decisión judicial determinó el ingreso en prisión de uno de ellos, un ciudadano brasileño con un largo historial delictivo, mientras que el segundo implicado, de origen marroquí, quedó en libertad con cargos.

La rápida actuación de las fuerzas policiales y el uso de tecnología de videovigilancia han sido claves para resolver este caso, que ha sembrado preocupación entre los vecinos del casco urbano de la ciudad.

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