El hijo y heredero de George Soros, a quien el magnate le pasó pocos meses atrás los trastos de influir, ha hablado en la publicación Politico sobre sus planes, y ha dejado claro que no van a dejar que Trump sea el próximo presidente de Estados Unidos. Al menos, no sin luchar con toda la fuerza de sus fundaciones y alianzas.
La Open Society Foundation (OSF), el brazo político de los Soros, irá a la guerra contra Trump con todo lo que tenga. Pero no tanto por lo que pueda perjudicar a Estados Unidos sino por sus efectos negativos sobre la Unión Europea, contradiciendo así los informes de que la OSF abandonaba el continente.
«Como alguien que pasa hasta la mitad de su tiempo trabajando en el continente europeo y cree que el expresidente estadounidense Donald Trump (o al menos alguien con sus políticas aislacionistas y antieuropeas) acabará siendo el candidato republicano, creo que una victoria republicana a lo MAGA en las presidenciales estadounidenses del próximo año podrían, al final, ser peores para la Unión Europea que para Estados Unidos«, confiesa Alexander en el artículo. «Un resultado así pondrá en peligro la unidad europea y socavará los avances logrados en muchos frentes en respuesta a la guerra en Ucrania».
Y añade que «estamos adaptando la Open Society Foundation para poder responder a cualquier escenario que pueda surgir a ambos lados del Atlántico».
El pasado junio, George Soros nombró por sorpresa a Alexander heredero oficial de su imperio, responsable, entre otras hazañas, de hundir la libra esterlina, financiar el golpe de Estado del Maidán en Ucrania o apoyar financieramente a los fiscales que podrían llevar a Trump a la cárcel.
Alexander, que reconoce ser más político que financiero, se ha reunido recientemente con altos funcionarios de la Administración de Biden, el Papa, el líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer (D-NY), y jefes de Estado como el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, para discutir los intereses de la Open Society Foundation, que dona unos 1.500 millones de dólares al año a varias causas globalistas en todo el planeta.
En el artículo de Politico, Alex confirma su compromiso con Ucrania, donde el Open Society Institute patrocinó la Revolución Naranja en 2004 y el levantamiento de Maidan en 2014.
«Para empezar, no debe haber ninguna duda de que seguiremos apoyando nuestra fundación en Ucrania», reitera. «Estamos orgullosos de que la red de grupos de la sociedad civil a la que ha ayudado, con más de 250 millones de dólares desde 2014, haya desempeñado un papel tan importante en la resiliencia de Kiev frente a la horrible guerra de agresión de Rusia».
La filial ucraniana de la Fundación Soros, conocida como Fundación Internacional Renacimiento (IRF), ha tenido presencia en Ucrania desde 1989. La IRF asignó más de 100 millones de dólares a ONG ucranianas aproximadamente dos años antes del colapso de la Unión Soviética, sentando las bases para la independencia de Ucrania de Rusia en 1991. Soros también reconoció abiertamente su apoyo financiero a las protestas de la Plaza Maidan de 2013-2014, que contribuyeron a llevar al poder al actual gobierno.