Las ciudades fronterizas de Estados Unidos llevan recibiendo oleadas continuas de inmigrantes ilegales que desbordan sus magros presupuestos, pasando el millón desde que Joe Biden entró en la Casa Blanca. Y la América «pija» de las costas les llama «fascistas» por quejarse y hacer notar que los recién llegados están convirtiendo sus poblaciones en mecas del crimen.
Así que Ron DeSantis, el rebelde gobernador de Florida, ha tenido una idea y la ha puesto inmediatamente en acto: enviar un medio centenar de inmigrantes llegados a su estado a Martha’s Vineyard, el lugar más exclusivo de Estados Unidos, 90% blanco y 100% demócrata. Uno puede leer en carteles distribuidos por esta paradisiaca isla de Massachussets donde Obama tiene su mansión a pie de playa carteles donde se da la bienvenida a los inmigrantes ilegales (inexistentes allí, naturalmente) y se advierte que el lugar está comprometido con la diversidad y la multicultural.
Así las cosas, si los potentados y famosos que habitan el lugar creyeran lo que predican a todas horas e imponen políticamente al resto del país, deberían estar felices de ver cómo su horriblemente homogénea comunidad se enriquece súbitamente con esta inyección de diversidad. Pero, como estoy seguro que mis lectores han imaginado, no ha sido exactamente así.
De hecho, observando las reacciones de los habitantes del lugar, que parece la recreación de lo mejor de Estados Unidos congelado en el tiempo, se diría que les han invadido los rusos. Por cincuenta, 50, inmigrantes, cuando las empobrecidas ciudades de Texas o Arizona reciben a miles.
Así, el presentador de CNN, John Berman, entrevistó al documentalista Ken Burns sobre su película «Desafiando a los nazis: la guerra de los Sharps» y le preguntó si veía alguna relación entre la decisión de DeSantis con el Holocausto nazi.
«Bueno, es la abstracción de la vida humana», comentó Burns. «Básicamente está diciendo que puedes usar una vida humana que es tan valiosa como la tuya o la mía… y ponerla en posición de convertirse en un estanque político en el juego autoritario de alguien. Esto es lo que es tan inquietante de DeSantis: usar seres humanos, convertir a los seres humanos en armas con un propósito político. Es como cuando alguien no está de acuerdo con él en Florida, como la compañía Walt Disney, los castiga».
Les traduzco: si los demócratas de las costas obligan a la plebe norteamericana a hacerse cargo de cientos de miles de extranjeros que se han saltado la ley para entrar en el país, eso es progreso, democracia y, como la definió el propio Biden, el maravilloso «don» de la diversidad. Pero si DeSantis quiere hacer ese preciado «don» a los que más insisten en lo maravilloso que es, entonces estamos ante un nuevo Holocausto.
El presentador de CNN reaccionó a los comentarios de Burns solo afirmando que quería que la audiencia viera la película. Como señaló el fundador de Grabien, Tom Elliott, John Berman de CNN y el cineasta Ken Burns «de alguna manera compararon a DeSantis ofreciendo vuelos gratuitos a los inmigrantes a Martha’s Vineyard con el Holocausto de judíos de Hitler».
Juzguen ustedes, las imágenes están en cualquier red social. Y no, no se parece en absoluto a la llegada de los trenes a Treblinka. Se parece, más bien, a la reacción de niños mimados enfrentados a las consecuencias directas de sus ideas.
Para poner en contexto el asunto, desde que Biden está en la Casa Blanca han cruzado ilegalmente la frontera 4,9 millones de personas, y 900.000 han escapado del control de las autoridades. El costo estimado de los inmigrantes ilegales adicionales en el país es de 20.000 millones de dólares al año.
“Florida puede confirmar que los dos aviones con inmigrantes ilegales que llegaron hoy a Martha’s Vineyard eran parte del programa de reubicación del estado para transportar inmigrantes ilegales a destinos santuario”, dijo el comunicado. “Estados como Massachusetts, Nueva York y California facilitarán mejor el cuidado de estas personas a las que han invitado a nuestro país al incentivar la inmigración ilegal a través de su designación como ‘estados santuario’ y el apoyo a las políticas de fronteras abiertas de la Administración Biden”.
Bienvenidos a la frontera, disfruten de la diversidad.