«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
'LE ATIBORRAN DE PASTILLAS'

La estrella de la Fox revela que Biden va ‘dopado’ en sus comparecencias públicas

Tucker Carlson. Reuters

Los cuidadores del senil presidente de Estados Unidos, Joe Biden, que volvió a «salirse del guion» en su visita a Arabia Saudí, le «empastillan» cada vez que tiene que comparecer en público, según fuentes de su círculo íntimo, ha denunciado en una reciente emisión la estrella de la cadena Fox, Tucker Carlson.

Que el gobernante de la primer superpotencia mundial está gagá es un secreto a voces, y sus continuos olvidos, miradas perdidas, acciones absurdas, confusiones verbales y frases inconexas son la delicia de las redes sociales y la principal causa de alarma de los demócratas, que tienen que hacer verdaderas piruetas para justificar lo que para cualquiera con ojos y oídos funcionales es un caso de manual de demencia senil.

Durante la campaña electoral, Biden se mostró inusualmente hostil con los gobernantes de la feroz teocracia saudí, advirtiendo que les iba a pedir responsabilidades por sus continuas violaciones de los derechos humanos en cuanto fuera presidente. Bueno, pues ya es presidente, ha visitado Arabia Saudí y ha saludado al virtual gobernante, el príncipe heredero Mohammed bin Salman, no ya con la máxima amabilidad, sino con una insólita intimidad, por no caer en la vulgaridad de llamarlo «colegueo». En lugar de darse la mano, como es costumbre, ambos mandatarios se saludaron chocando los puños, como si fueran «bros» en el Bronx. La foto ha causado un profundo malestar incluso entre los socios del presidente. Parece claro que, una vez más, se ha olvidado de las instrucciones de sus cuidadores.

Carlson repasó en uno de sus últimos monólogos algunas de las ocasiones más memorables del presidente, y entonces soltó la bomba. Carlson se pregunta, siendo tan evidente que Biden tiene sus capacidades cognitivas bajo mínimos, cómo pudo superar sus (escasísimas) comparecencias de campaña o parecer coherente en algunas de sus comparecencias públicas. «Bueno, resultó, como nos enteramos más tarde, que su personal, supervisado por la Dra. Jill, su esposa, le atiborran de pastillas antes de cada aparición pública, controlando la hora y, a cierta hora, dándole una dosis de algún medicamento«, revela Tucker. E insiste: «No es una suposición, no nos lo estamos inventando. Hablamos directamente con alguien que estaba allí y lo vio hacer varias veces».

Carlson sugiere que el Biden que la gente ve en televisión -e, imaginamos, el Biden que departe con sus colegas- es una versión dopada del verdadero Joe Biden que, según la fuente citada por el periodista de la Fox, actúa «como un niño pequeño» antes de tomar su misteriosa medicación. «No puedes comunicarte con él. Cambia por completo porque va drogado y claramente sigue drogado».

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