La mayoría de los ciudadanos estadounidenses naturalizados, que llegaron por primera vez como inmigrantes legales y que viven en Florida, apoyan la iniciativa del gobernador del estado, Ron DeSantis, de trasladar inmigrantes ilegales a Martha’s Vineyard, la exclusiva isla de Massachusetts.
En septiembre, el gobernador republicano envió dos aviones con inmigrantes ilegales venezolanos a Martha’s Vineyard, en la costa de Massachusetts, un lugar en el que el 84% de la población votó por el presidente Joe Biden en las elecciones de 2020. Una isla donde veranean algunas de las élites estadounidenses; por ejemplo, Barack Obama, que tiene en la isla una propiedad que cuenta con 11 hectáreas y una casa de 600 metros, con siete dormitorios, ocho baños y una piscina.
A pesar de tener la capacidad para albergar a seis millones personas, según reveló Breitbart News, menos de 48 horas después de su llegada, los inmigrantes fueron transportados en autobús desde Martha’s Vineyard hasta la Base de Cape Cod, ya en tierra continental.
Desde entonces, el sheriff del condado de Bexar, en Texas, el demócrata Javier Salazar, está investigando a DeSantis por la iniciativa, incluso habiendo admitido no haber encontrado ninguna ley que se haya violado. Además, algunos inmigrantes ilegales, respaldados por abogados vinculados al multimillonario George Soros, están demandando a DeSantis en una demanda colectiva, recoge el mismo medio.
Según una encuesta de Telemundo/NBC News, que recoge Breitbart, el 52% de los inmigrantes legales en Florida dijeron que aprobaban que DeSantis llevara a los inmigrantes ilegales a Martha’s Vineyard. Los estadounidenses nacidos en Florida que apoyaban la medida del gobernador ascendían al 49%.
El 71% de los cubanos de Florida dijeron que apoyan a DeSantis, al igual que el 56% de los votantes indecisos y el 90% de los republicanos. Los puertorriqueños y los demócratas registrados muestran el menor apoyo a la medida, con solo el 37% y el 9% del apoyo, respectivamente.
