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SE TRATA DE LA QUINTA UNIVERSIDAD PÚBLICA MEJOR VALORADA DE ESTADOS UNIDOS

La Universidad de Florida cierra la Oficina de Diversidad y destina su presupuesto de cinco millones a contratar profesores

Campus de la Universidad de Florida. Web University of Florida.
Campus de la Universidad de Florida. Web University of Florida.

La Universidad de Florida —en inglés University of Florida— se trata de la tercera más grande de Estados Unidos, con más de 87.000 estudiantes. También es la quinta más relevante en cuanto a resultados académicos del sistema público. Ahora, además, el gobernador republicano Ron DeSantis ha asestado un golpe al avance de la ideología woke al impulsar el cierre del Departamento de Diversidad.

La Oficina de Diversidad de la Universidad de Florida contaba hasta el pasado lunes con un presupuesto de unos cinco millones de dólares anuales. La noticia era anunciada entonces por el periodista Christopher F. Rufo, del medio City Journal. Rufo publicaba un correo destinado al departamento en el que se anunciaba que «la Oficina del Oficial Principal de Finanzas reasignará los aproximadamente 5 millones de dólares de presupuesto a un fondo de contratación de profesores».

Aunque se trata de una cantidad modesta dentro de los más de 7.000 millones de dólares anuales que maneja la universidad, permitirá contratar a aproximadamente una treintena de profesores nuevos. En la oficina de Diversidad trabajaban 13 personas y además había otros 15 nombramientos administrativos relacionados entre miembros de la facultad.

Esta decisión responde a un cambio reciente de la normativa de Florida que prohíbe expresamente el uso de fondos estatales para iniciativas de Diversidad, Equidad e Inclusión (DEI). El propio DeSantis celebraba con un mensaje en sus redes sociales este cambio en la Universidad de Forida. Elogiaba que su Estado haya sido el primero en eliminar la DEI. También invitaba a más territorios a que «sigan su ejemplo».

Por su parte, el responsable de Educación de Florida, Manny Díaz Jr. también explicaba ante los medios de comunicación la intención de su Administración. «Que el dinero de los contribuyentes no se gaste en DEI y adoctrinamiento radical que promueve la división».

En la Universidad de Florida la resolución levantaba ampollas. El pasado lunes más de 150 personas entre alumnos y docentes protestaron ante la Cámara de Representantes. Sin embargo, el cierre se produjo igualmente y el subcomité de la Cámara aseguró que ese tipo de programas son «una pérdida de recursos que obliga a profesores y estudiantes a cumplir con un dogma de extrema izquierda».

La nueva legislación, por su parte, establece que las universidades estatales deben «articular un discurso cívico que reconozca la importancia de la diversidad de puntos de vista, el rigor intelectual y un enfoque de la historia basado en la evidencia».

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