Aunque el anciano Joe Biden patalea para que no le quiten la candidatura demócrata y su familia jalea para que siga luchando, los demócratas llevan desde la desastrosa noche del debate barajando otras opciones para presentar contra Donald Trump, y uno de los nombres que más «suenan» es el del gobernador de California, Gavin Newsom.
A lo que parece es un magnífico candidato, reelegido en su estado, pese a que todo lo que nos llega de California es directamente terrible. Como que en lo que va de año han confiscado casi siete millones de dosis de fentanilo, esa droga que está sembrando la desolación en todo el país. O que aprobara una medida para que la Policía dejara de perseguir robos en tiendas por debajo de determinada cantidad, lo que ha convertido los comercios californianos en una «sírvase usted mismo» para bandas de ladrones que van de tienda en tienda y revenden lo conseguido. O que vaya a prohibir antes que nadie la venta de vehículos de motor de explosión, o que sea el Disneyland de los sintecho y la meca de quienes buscan mutilar a los menores de edad legalmente en «operaciones de reasignación de sexo».
California es un desastre, y la prueba definitiva es que los californianos están votando con los pies: el Estado Dorado forma parte de ese puñadito de estados progresistas que pierde población cada año en beneficio de estados más conservadores.
Newsom es probablemente uno de los peores candidatos posibles. Todo el país ha visto al gobernador radical de izquierdas transformar California en un infierno socialista a lo largo de los años, caracterizado por una anarquía desenfrenada, crisis desesperante de vivienda y unos impuestos que ahogan la iniciativa privada. El último problema en California es el de jóvenes fuera de control que recrean escenas del videojuego «Grand-Theft-Auto». Según el Departamento de Policía de Los Ángeles, al menos 50 vehículos estuvieron involucrados en una reciente «recreación» en el centro de Los Ángeles.
El autoritarismo de Newsom se puso de manifiesto durante sus estrictos cierres pandémicos, al igual que su hipocresía cuando lo sorprendieron asistiendo a fiestas lujosas mientras a millones de otros californianos se les ordenaba quedarse en casa y lejos de amigos y familiares.
Su único talento parece ser la capacidad de distorsionar las estadísticas para que encajen en sus falsas narrativas: ha tergiversado constantemente la creciente penuria económica de California como un «éxito», y ha restado importancia al aumento de la falta de vivienda y la delincuencia.
Y, aun así, muchos entre los cerebros grises del Partido Demócrata piensan en Newsom para sustituir a Biden, algo que pueden hacer sin problemas en la próxima convención del partido. Sin embargo, perdería contra Trump. Una encuesta de Rasmussen Reports de marzo revela que el expresidente Trump lideraría por 17 puntos (51% a 34) si Newsom fuera el candidato demócrata en 2024.
En febrero de 2024, una encuesta de Emerson College Polling mostró que Trump ganaría en una hipotética carrera por la Casa Blanca contra Newsom por 10 puntos (46% contra 36). Una encuesta de Fox News realizada en noviembre de 2023 encontró que Trump ganaría las elecciones contra Newsom por cuatro puntos (49% contra 45%).
A otros candidatos les va aún peor. Trump supera a la gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer (también una posible alternativa a Biden), por 12 puntos en las encuestas de Emerson. Kamala Harris pierde por 6,6 puntos en la encuesta de Real Clear Politics. Mientras tanto, la ex primera dama Michelle Obama también quedaría detrás de Trump en un duelo hipotético (50 a 43%), según Rasmussen.
