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el gobierno de sánchez quiere desmantelar nucleares y demoler presas

Alemania iguala a China en consumo de carbón bajo apariencia de políticas verdes

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, y el canciller alemán, Olaf Scholz. Europa Press.

El Gobierno alemán, da igual quién gobierne, sea la CDU o el SPD, con la muleta de los liberales, está empeñado en aplicar la calentología, no sólo a sus ciudadanos, sino también al resto de la humanidad, si ésta se deja. Los españoles y los belgas sí se dejan, aunque los polacos, los indios y los chinos no.

En la COP28, el canciller Olaf Scholz (socialista) y la presidenta de la Comisión Europea Ursula von der Leyen (democristiana), ambos alemanes y ambos exministros de Angela Merkel, han hablado juntos sobre la necesidad de detener el cambio climático. Y para ello hace falta mucho dinero.

¿De dónde saldrá ese dineral? De los ciudadanos de la Unión Europea, obligados a sacrificarse. Von der Leyen ha anunciado en Dubai un descomunal aumento de impuestos y de deuda pública con la excusa de que serán verdes. ¡Y luego algunos se sorprenden de que el partido de Geert Wilders haya sido el más votado en Holanda!

Pero los planes disparatados y los eslóganes propagandísticos siempre chocan con la realidad. Cuando comenzaba la COP28, una tormenta de nieve en Centroeuropa paralizó aeropuertos como el de Múnich. A la COP28 han acudido más de 70.000 delegados, que han provocado una enorme huella de carbono con sus desplazamientos, la mayoría de ellos prescindibles. El aeropuerto de Dubai recibió docenas de aviones privados, en los que viajaron los mismos personajes que pretenden quitarnos el coche y el avión a nosotros.

La hipocresía verde no se limita a los jets, sino que abarca todo el sistema. Resulta que los paladines europeos de la descarbonización, los alemanes, sólo pueden calentar sus casas, iluminar sus calles y mantener sus fábricas, sus trenes y sus coches eléctricos en marcha gracias a la quema de carbón. Igual que los chinos.

El 8 de diciembre en Alemania, el carbón dobló los GW generados por la segunda fuente de energía, el gas natural. La tercera fue la eólica. En Francia, donde la primera fuente es la nuclear, el CO2 generado es casi diez veces inferior que en Alemania. En China, más de la mitad de la energía la genera el carbón. Aunque los alemanes no llegan a ese porcentaje, no van a parar de quemarlo, al menos mientras siga la guerra en Ucrania.

El petróleo, el carbón y el gas natural siguen siendo las tres principales fuentes de energía en el mundo, los tres condenados por la Unión Europea y por el Gobierno español.

En España, en estos días de diciembre la principal fuente de generación de energía es la eólica, pero le siguen dos marcadas para su extinción por los guerreros verdes, el primero de los cuales es la ministra Teresa Ribera: la nuclear y la hidroeléctrica. El Gobierno de izquierdas de Sánchez quiere desmantelar nucleares y demoler presas. A cambio, aseguran, nos iluminaremos y calentaremos con aerogeneradores y plantas fotovoltaicas. Los reactores nucleares han aportado un 20% de la energía consumida desde el 1 al 8 de diciembre.

El carbón se lo van a quedar los alemanes, donde, prodigios de la ciencia alemana, ni ensucia ni contamina.

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