La Unión Europea lanzó el pasado jueves un ultimátum al propietario de X, Elon Musk, ordenando al multimillonario tecnológico censurar la llamada «desinformación» en la red social o enfrentarse a una sanción en virtud de la Ley de Servicios Digitales (DSA).
Los eurócratas no han especificado qué consecuencias exactas puede enfrentar la plataforma si no cumple. Las sanciones pueden incluir una multa considerable, así como la eliminación total del gigante en línea de la Internet europea.
En un artículo en X, el zar de la censura de la Comisión Europea (CE), Thierry Breton, acusó a la plataforma de permitir que la utilicen para «difundir contenidos ilegales y desinformación».
Breton exigió que Musk respondiera a la carta dentro de 24 horas siguientes a su envío y se pusiera en contacto con varias agencias policiales de la Unión Europea (UE) sobre cómo implementar las normas de censura de la CE. «Les recuerdo que tras la apertura de una posible investigación y la constatación de incumplimiento, se pueden imponer sanciones», añadió.
Musk no pareció tomar con agrado las amenazas y afirmó que la moderación de contenido en X es «de código abierto y transparente», lo que, según él, está en línea con los valores de la UE. Y exigió a Breton que enumerara las diversas violaciones de las que se acusa a la plataforma «para que el público pueda verlas».
Breton rechazó esta solicitud, insistiendo en que Musk ya era «muy consciente» de lo que estaba hablando la CE. Añadió que dependía de Musk demostrar que X «predica con el ejemplo» en términos de aplicación de la ley.
El asunto ha reavivado el debate en las redes sociales sobre la libertad de los ciudadanos y su derecho a recibir información sin cocinar en Europa, como ya pasó con el posible fraude electoral de las pasadas presidenciales de Estados Unidos, el covid, las vacunas, la guerra en Ucrania e incluso el contenido explosivo del portátil de Hunter Biden.
Las amenazas de la CE representan la última escalada de tensiones entre Musk y Bruselas. Las dos partes están enfrentadas desde que el empresario estadounidense compró la plataforma, entonces llamada Twitter, en 2022.
Las referencias de Musk a la política europea se han incrementado en los últimos meses, criticando con frecuencia la legislación contra la libertad de expresión tanto a nivel nacional como de la UE.
Por su parte, la de la semana pasada no es la primera advertencia que Breton hace al propietario de X; el pasado mes de octubre de 2022, le dijo a Elon Musk, vía Twitter, cuando ya tenía encarrilada la adquisición de la plataforma, que «el pájaro volará según nuestras normas».
