La Comisión Europea está recabando información actualizada sobre la recuperación de las poblaciones de lobos en los países de la Unión Europea y su incidencia para evaluar si supone un «peligro real» para el ganado y la población local y decidir así si es necesario revisar las normas comunitarias que regulan la protección de este animal.
La propia jefa del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, se ha pronunciado sobre el asunto al afirmar en un comunicado que «la concentración de lobos en algunas regiones europeas se ha convertido en un peligro real» para el ganado y un riesgo «potencial» para los humanos, si bien ha concedido que la UE prevé ya «medidas» para gestionar la situación y ha instado a las autoridades locales y nacionales a ponerlas en práctica.
La recuperación de la especie en algunas regiones europeas en donde ha estado «ausente durante mucho tiempo está generando cada vez más conflictos con las comunidades agrícolas y cazadores locales», explican los servicios comunitarios, quien apuntan, además, que hay «medidas para prevenir ataques al ganado que no se implementan ampliamente».
En este contexto, Bruselas ha abierto el plazo para que las comunidades locales, los científicos y otras partes interesadas remitan datos actualizados sobre la situación al Ejecutivo comunitario de aquí al próximo 22 de septiembre. La información, que debe remitirse por correo electrónico ([email protected]), será analizada por los expertos de la Comisión antes de decidir sobre los pasos a seguir.
«No hemos tomado ninguna decisión, queremos que todos los actores tengan la oportunidad de enviar información y datos sobre su experiencia a la Comisión para tener una visión completa de los datos», ha dicho en una rueda de prensa el portavoz comunitario de Medio Ambiente, Adalbert Jahnz, en referencia a la información «fragmentada» de que disponen ahora.
«Sobre la base de los datos recopilados, la Comisión decidirá sobre una posible propuesta para modificar el estatuto de protección del lobo en la Unión Europea y actualizar el marco jurídico, para introducir, cuando sea necesario, mayor flexibilidad, a la luz de la evolución de esta especie», ha explicado el portavoz.
En todo caso, desde Bruselas recalcan que es un asunto sobre el que trabajan desde hace tiempo y recuerdan que ya en noviembre de 2021 los comisarios de Medio Ambiente y de Agricultura, Virginijus Sinkevicius y Janusz Wojciechowski, respectivamente, recordaron en una carta a los Estados miembro las medidas posibles en el marco actual de gestión del lobo.
Los servicios comunitarios señalan así que se trataría de una revisión para completar las medidas actuales, que incluyen acciones «que han demostrado ser efectivas en la prevención o reducción significativa» del riesgo «cuando se aplican correctamente» y se ajustan a las circunstancias concretas de cada caso. El marco actual también prevé fondos comunitarios para esta gestión.
El asunto es controvertido en distintos Estados miembro, incluido España, y la propia Von der Leyen informó en noviembre de 2022, en una respuesta a su familia política, el Partido Popular Europeo, de que había solicitado a sus servicios un «análisis en profundidad» sobre el impacto de la recuperación del lobo. Aquella toma de posición de la política alemana se produjo poco después de que, según relató más tarde la prensa de su país, un lobo matara un pony de su propiedad.
Desde España, los gobiernos de Galicia, Cantabria, Castilla y León y Asturias se han dirigido en distintas ocasiones a Bruselas para reclamar que se revise la gestión del lobo como especie en protección especial dado que es una especie en «expansión constante» en estos territorios.
Sin embargo, el Gobierno español se alineó con otros once países de la UE a comienzos de este año para pedir en una carta al Ejecutivo comunitario garantizar la protección del lobo frente a una resolución del Parlamento Europeo en la que se reclamó cambiar el estatus de protección de lobos y osos para proteger al ganado de los ataques de estos animales.