Por más que los medios hagan mangas y capirotes para ocultar la procedencia de los perpetradores de delitos violentos, los europeos hace tiempo que aprendieron a sumar dos más dos, y cada día están más dispuestos a decirlo.
Una mayoría cualificada de franceses —el 68%— ve una clara correlación entre la inmigración masiva y la inseguridad que se ha instalado en las calles del país, según una encuesta realizada por CSA para CNews, Europe 1 y JDD.
En la derecha, esa vinculación es evidente para casi todo el mundo, con un 94% entre los votantes de los Republicanos y el 93% de los alineados con la Agrupación Nacional. Pero tampoco es un secreto incluso entre votantes de los partidos de izquierda proinmigración.
Hasta el 43% de los votantes socialistas, el 38% de los de La Francia Insumisa (LFI) y el 34% de los Verdes comparten la opinión de que la alta inmigración está desestabilizando la seguridad de Francia. Entre quienes votan al partido izquierdista y ultraglobalista en el poder, Renacimiento, también es una verdad ampliamente aceptada por el 68%, aunque Macron parezca ignorarles olímpicamente.
Es mayor entre las mujeres la probabilidad de admitir que la inmigración está afectando la seguridad nacional: el 70% está de acuerdo con la afirmación en comparación con el 67% de los hombres. Esta disparidad tiene sentido si tenemos en cuenta que algunos de los delitos que se han disparado son los de violación y agresión sexual, pero sorprende porque también las votantes eran mayoritarias hasta hace poco entre los partidarios de la acogida indiscriminada.
De manera similar, las personas mayores ven la inmigración masiva de manera menos favorable: el 76% de las personas de 50 años o más reconocen su efecto negativo en el país, aunque una mayoría en todos los grupos de edad coincide con esa opinión.
La inmigración es clave en Francia de cara a las europeas de este fin de semana y está aupando a políticos que centran su campaña en este problema, como Marine Le Pen, Jordan Bardella y Éric Zemmour.
Se espera que la Agrupación Nacional de Le Pen y Bardella domine las elecciones y emerja como el partido más grande de Francia en el Parlamento Europeo, lo que sugiere que su enfoque de línea dura hacia la inmigración masiva está resonando en el electorado.
