Puigdemont no sólo ha conseguido dividir a la sociedad catalana con su desafío separatista, ahora también ha conseguido enfrentar a los partidos de la región flamenca belga a cuenta del desafío secesionista. Una vez más, el expresidente autonómico se encuentra en el epicentro de la polémica.
El partido democristiano flamenco CD&V ha condenado las «duras declaraciones» de los separatistas flamencos del N-VA contra España y ha asegurado que «con esa actitud no se está promoviendo el diálogo para llegar a una solución» sobre la crisis catalana.
‘’Dentro de Europa, se han acordado ya normas claras a seguir cuando otro país solicita la detención de un ciudadano. Este procedimiento está en manos del tribunal. No podemos combinarlo con lo político», ha alertado la formación democristiana en un comunicado.
Han recordado que Bélgica «ha condenado en el pasado la violencia policial durante el referéndum», pero también «la violación de las propias leyes y normas por parte del Gobierno catalán» en los últimos meses.
En la nota, el grupo ha subrayado que la Justicia belga «ha liberado» en primera instancia al líder catalán Carles Puigdemont pero ha señalado que «eso no impedirá al tribunal español hacer todo su trabajo y permitirá a los políticos catalanes prepararse» para las elecciones del próximo 21 de diciembre.
El partido democristiano está en una posición incómoda, puesto que está asociado con la alianza N-VA en los gobiernos flamenco y federal, pero también trabaja junto al Partido Popular Europeo.
«En los últimos años, nuestra posición siempre ha sido no importar aquí los conflictos extranjeros. No se puede cambiar esa actitud sobre la base de la simpatía que uno tiene por una de las partes», afirmó el presidente del CD&V, Wouter Beke.
El ministro de Interior belga, Jan Jambon, y el exprimer ministro belga Elio Di Rupo criticaron este domingo la gestión de las autoridades españolas en la crisis catalana y consideraron que mantuvo una posición «autoritaria».
El ministro de Exteriores llama al orden
El ministro belga de Asuntos Exteriores, Didier Reynders, ha lamentado que miembros de su Gobierno «estén haciendo comentarios» sobre el tema catalán «cuando ese no es su papel» y ha advertido de que «el alboroto sobre este asunto excede los límites» de Bélgica.
En una entrevista con la radio belga Bel-RTL, el ministro ha considerado que «este asunto ocupa a España por encima de todo» y que es necesario «dejar que la Justicia haga justicia» y esperar a sus decisiones.
El jefe de la diplomacia belga se ha referido en particular a las declaraciones de Jan Jambon y del exprimer ministro Elio Di Rupo, quienes criticaron la gestión en España de la crisis en Cataluña.
Reynders también ha subrayado que «no son los políticos (belgas) los que administran el caso» del político catalán Carles Puigdemont y sus 4 exconsejeros y ha explicado que su posible entrega a España «son procedimientos legales» a los que Bélgica «no se puede oponer».
Alguna publicidad valiente y la ayuda desinteresada de muchos lectores como tú han hecho posible esta noticia. Conoces nuestra línea editorial, a contracorriente de la ideología dominante y desacomplejadamente comprometida con la dignidad humana, la unidad de España y la identidad de Europa. No es fácil ni es barato sostener un medio de comunicación que beba de estos postulados, siempre contra los más poderosos. Por eso te pedimos que nos ayudes con una aportación, que formes parte de nuestro proyecto, que ayudes a que sigamos incordiando al Poder. Puedes hacerlo de varias maneras, infórmate aquí.
Juncker recuerda que es el separatismo quien viola el Estado de Derecho