La Asamblea Parlamentaria Euro-Latinoamericana (EuroLat), que reunirá del 1 al 3 de junio en Lima (Perú) a legisladores de la Unión Europea (UE) e Iberoamérica, votará un informe sobre una «Declaración Universal de Derechos de la Naturaleza». Este documento, que bebe de la Agenda 2030, del Acuerdo de París sobre el cambio climático y del Pacto Verde Europeo, busca consagrar una visión radical y antihumana de la ecología, e impulsa el reconocimiento jurídico de animales, montañas, ríos y árboles como sujetos de derecho, equiparándolos a los seres humanos.
El texto, respaldado por la izquierda y el ecologismo militante, lleva la firma del socialista César Luena, el mismo eurodiputado que fue ponente del polémico Reglamento europeo sobre Restauración de la Naturaleza, uno de los apéndices más importantes del Pacto Verde. Ahora, Luena busca superarse con este nuevo informe, que se ha convertido en el ejemplo más claro del delirio ecologista que domina las instituciones globalistas.
El informe contiene referencias a la «Pacha Mama» y anima a los europeos a «vivir en armonía con la naturaleza», en un delirio místico que toma como modelos las Constituciones de Bolivia y Ecuador con Evo Morales y Rafael Correa, así como las políticas de Gustavo Petro en Colombia y Gabriel Boric en Chile. Un camino al que se ha sumado el Gobierno de Pedro Sánchez con la aprobación en 2022 de la Ley para el reconocimiento de la personalidad jurídica del Mar Menor.
El documento sobre derechos de la naturaleza defiende explícitamente que los ecosistemas («incluidos los árboles, los animales, los ríos, los océanos y las montañas») tienen derechos «al igual que los seres humanos», y promueve un marco legal «no antropocéntrico», además de pedir que se tipifique el delito de «ecocidio» a la par que el de genocidio o crímenes contra la humanidad.
Los únicos seres humanos que ganarían derechos son los activistas climáticos, para quienes el informe reclama protección especial y financiación internacional. En cambio, los productores, agricultores, ganaderos y empresarios verán multiplicadas las cargas burocráticas y restricciones medioambientales.
Fuentes de VOX denuncian que el informe busca instaurar una nueva religión que sacrifica al ser humano en el altar de la naturaleza. Así, el texto aspira a prohibir «proyectos de desarrollo que amenacen la integridad de la naturaleza», paradigma bajo el que es preferible que Valencia sea arrasada por una riada antes que modificar el cauce del Turia, como se hizo entre 1965 y 1972. Preocupa especialmente en VOX que, lejos de rectificar un rumbo ideológico que se ha demostrado que cuesta vidas, los globalistas ahonden en él.
La formación, a través de Patriotas por Europa, presentó una enmienda a la totalidad que fue inadmitida por la Mesa de EuroLat, que co-preside el eurodiputado español Gabriel Mato, del Partido Popular. Populares y socialistas pactaron al inicio de la legislatura dejar fuera de la Mesa de EuroLat al eurodiputado de VOX Hermann Tertsch, a quien en virtud de la ley d’Hondt correspondía la segunda vicepresidencia.
De aprobarse este informe, las relaciones euro-iberoamericanas, sobre las que influye EuroLat, quedarán marcadas por el fanatismo climático, el rechazo al progreso material y la erosión de las libertades individuales y la soberanía de las naciones.