Hungría ha gastado casi 650.000 millones de florines húngaros ― casi 1.600 millones de euros― en la protección de su frontera sur desde 2015, de los cuales solo el 2% fueron proporcionados por la Unión Europea, dijo el secretario de Estado del Ministerio del Interior, Bence Rétvári, al Comité de Defensa y Aplicación de la Ley del Parlamento húngaro en Budapest este miércoles.
Rétvári fue preguntado sobre cuestiones de personal y organización de las unidades de guardia fronteriza y sobre cuestiones relacionadas con la protección de la frontera sur. El político dijo que se proporcionó el equipo técnico y la operación necesarios para construir la valla, y agregó que Hungría «abonó» a la Unión Europea gran parte del dinero, recoge Hungary Today.
El secretario de Estado también dijo que 894 candidatos habían sido contratados para convertirse en guardias fronterizos y que 636 ya habían aprobado el examen de ingreso. Rétvári añadió que se esperaba que el número de miembros de la guardia fronteriza alcanzara los 1.000 para este invierno.
Según el político, 234.000 personas intentaron ingresar en Hungría hasta el 1 de noviembre de este año, en comparación con las 122.000 que lo intentaron el año pasado y las 6.000 del año anterior. Este año, 1.624 traficantes de personas han sido capturados, en comparación con los 1.277 de 2021 y los 455 del año anterior.
Rétvári aseguró que la creación del regimiento de combate fronterizo ha sido un éxito. Agregó que las noticias del refuerzo del cerco fronterizo sur y el despliegue del regimiento de guardias fronterizos también habían llegado a los países de origen, motivo por el cual tanta gente está queriendo entrar en el país cuanto antes, ante el «pánico» al cierre de las «puertas».
El secretario de Estado reveló que los inmigrantes ilegales a menudo se enfrentan físicamente con los guardias fronterizos en lugar de huir, y que se han producido altercados graves en la frontera. También dijo que se continúa con el reforzamiento del cerco fronterizo y se está construyendo un nuevo tramo de vallado en Hóduna, en la frontera con Croacia y Serbia.
El pasado julio, el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, anunció la creación de una fuerza especial de guardia fronteriza para asegurar el cumplimiento del objetivo de proteger las fronteras ante la fuerte presión inmigratoria que estaba sufriendo el país magiar. «Tenéis a todo el país detrás de vosotros y es vuestra tarea proteger a la patria contra la inmigración», dijo el mandatario húngaro en una ceremonia celebrada en Budapest en septiembre a los nuevos guardias con motivo del establecimiento del regimiento de guardias fronterizos.